Pocas veces existen oportunidades tan claras en la historia para lograr reconocimiento, más allá del puesto que uno logra ocupar.
Pasarse gran parte de los 4 años de gobierno entre el 28 y 30% de aprobación debe ser pesado y mus desgastador. Como alguien dijo por ahí, entre la soledad y la tristeza.
Se que le gusta el football Sr. Presidente y como se dice ahí , se la han dejado “botando” frente al arco. Es que el caso Fundaciones ofrece una oportunidad única de salir a flote y aportar a contener uno de los problemas mas complejos que enfrenta nuestro país: la creciente corrupción. Nunca será mas feliz, Sr Presidente.
Me imagino que en su cabeza ya deben rondar algunas ideas, y la comisión ad-hoc propondrá unas decenas más, así que permítame y con mucho respeto proponer algunas otras.
Primero, fortalecer la Contraloría General de la República, en buena parte responsable del actual descontrol. Ud. sabrá, señor Presidente, que en 10 años el presupuesto de la Nación pasó de 35 billones a 75 billones de pesos, un incremento de 115%. En el mismo plazo, el presupuesto de la Contraloria, que representa solo el 0,12 del presupuesto Global, subió solo un 53%. Ud. entiende que para tan grandes incrementos se requiere o ir de la mano o incluso más. En el próximo presupuesto está la oportunidad.
Paralelamente podría cambiarse el gobierno corporativo de esta institución, quizás reduciendo el plazo para una sola persona a cargo- 4 años en vez de 8- o bien crear un Consejo de 5 miembros que rote al Contralor cada 2. Y a eso agregar un cambio a la ley agregando como objetivo único y principal de la Contraloría: Control de la Corrupción; modificando y modernizando los procedimientos internos, estableciendo plazos e índices de gestión más precisos y auditables.
Segundo, establecer la acción popular para acusar de abandono de deberes o faltas a la probidad a aquellas autoridades que están obligadas por ley a ejercer control. Los Concejales y Consejeros Regionales, que salvo contadas y honrosas excepciones , no cumplen la función que les obliga la ley y que es fiscalizar a la autoridad de dichas reparticiones. Es que usted sabe, Sr. Presidente, que la mayoría quiere transitar por esas pegas disfrutando solo de la parte “bonita” de ser autoridad, viajar al extranjero, asistir a un seminario o cortar las cintas de una u otra obra menor. Nadie quiere ser el aguafiestas. Pero eso es parte de esa pega.
Posiblemente alguien dirá que la ciudadanía pasará el tiempo acusando a las autoridades, pero quizás, en esta etapa, es mejor eso a ver pasar el dinero de nuestros impuestos invertidos o mal gastado en cualquier cosa.
Tercero, un proyecto de ley sencillo pero muy decidor: “No habrá recurso publico que no pueda fiscalizar la Contraloría General de la Republica”. Es que usted sabe que una de las principales instituciones del país no deja ni quiere ser fiscalizada : el parlamento. Ahí se gasta una gran cantidad de recursos y hemos sabido de numerosos casos de corrupción y nada pasa. Agregue a esto que el Consejo para la transparencia pueda ingresar también ahí , dejando que los amparos por denegación de información sean visto por el Consejo en primera instancia y la Corte de Apelaciones en segunda y no como ocurre hoy en que se debe recurrir a la Comisión de Ética,…de ellos mismos.
Por último (hay muchas ideas más) enviar ahora un proyecto de ley que de un respiro a la situación actual y que corte el goteo de datos y las malas noticias. Un proyecto simple (y con otra redacción por cierto) alojado en la ley 20285 : Toda institución, privada o pública, que reciba aportes del Estado producto de transferencias, sea cual sea su denominación, estará obligada a presentar en su pagina web copia del convenio, información de la recepción de los fondos y copia de las rendiciones mensuales incluyendo las boletas , facturas y vales del 100% de lo gastado. La organización que no cumpla deberá devolver el 100% de lo recibido en un plazo de 30 días. Esta es la más fácil y rápida de todas las propuestas y la que, por cierto, todo el mundo agradecerá.
La corrupción no se puede eliminar. Los países que lideran los índices de percepción de la corrupción no sacan un 100. Pero nuestro querido país solo ha ido bajando la nota de 78, hace 3 décadas, a 67 ahora, y claramente, en un futuro cercano, podemos salir reprobados.
Esta vez la pelota está botando, el arquero en el suelo y la defensa sobrepasada; es cosa de agarrarla de sobre pique y hacer de esos goles en que todo el estadio grita y aplaude largos minutos. Es una oportunidad única Sr. Presidente de demostrar que se puede hacer lo correcto, con todo para anotarse un gran triunfo.