Mery Cortez, madre de Romario Veloz, por más de dos años ha exigido justicia por su hijo asesinado por militares en La Serena durante el estallido social. Si bien está conforme con la medida cautelar para el autor material del crimen, sostiene que la reparación aún está lejos de llegar pese a la promesa que le hizo el presidente electo, Gabriel Boric.
Con satisfacción y esperanza. Así recibió Mery Cortez la determinación del Juzgado de Garantía de La Serena de mantener la prisión preventiva del capitán José Faúndez.
Este último está imputado por la muerte de su hijo, Romario Veloz, quien fue asesinado el 20 de octubre de 2019 en las cercanías del Mall Plaza La Serena.
A su vez, tras la reformalización realizada por el Ministerio Público, se decretó también la máxima medida cautelar para un subalterno del capitán del Ejército, Carlos Robledo, presunto autor material del crimen de Romario.
En tanto, otros dos funcionarios están siendo investigados por homicidio frustrado y violencia innecesaria contra otros dos manifestantes que terminaron lesionados esa jornada.
Pese a valorar el avance, Mery Cortez está convencida de que aún falta mucho para profundizar en materia de justicia.
En ese sentido, cree que las responsabilidades son extensibles a otros poderes del Estado y autoridades políticas.
Cortez: “Hay responsables civiles que también deberían pagar por las muertes”
-¿Qué sensación le deja esta nueva determinación del tribunal?
Me parece bien, que vayamos por buen camino. Esta es la segunda parte y falta mucho trecho por recorrer, porque la idea es llegar hasta los altos mandos y que paguen con cárcel civil, tal como quien le disparó a mi hijo, Carlos Robledo Olguín, que está en Huachalalume.
Así es como deben pagar todos los altos mandos, incluyendo el capitán José Faúndez por haber dado la orden; también debería pagar de esa forma el general Jorge Morales, por haber señalado que se habrían producido saqueos ese día en el mall, lo que no ocurrió.
Y si hubiese habido saqueo y mi hijo estaba sacando algo, no era el fondo ni la forma para quitarle la vida a un ser humano. También le asigno responsabilidad al presidente Sebastián Piñera por los crímenes de lesa humanidad, junto a los carabineros que también mutilaron y torturaron.
-¿Qué opinión le merece lo ocurrido con los involucrados en las lesiones que sufrió Rolando Robledo en esa misma jornada?
Me da pena porque ellos no pagaron con cárcel común, y Rolando está cada vez peor de su salud.
No puede ser que a uno de ellos sólo le hayan dado arresto domiciliario, porque nadie va a fiscalizarlo realmente También encuentro insólito que el cabo José Arenas esté cumpliendo medidas dentro del Regimiento. Todos ellos siguen ejerciendo su profesión y formando militares para que sigan matando civiles desarmados”.
-A su juicio ¿han habido acciones para dilatar la búsqueda de justicia?
Creo que han participado en dilatar los procesos. Cabe destacar que pese a que la Contraloría le solicitó al Ejército realizar un sumario administrativo para saber lo que sucedió en octubre de 2019 con mi hijo, con Rolando Robledo y César Véliz, siento que no ha habido la suficiente cooperación.
Acá tienen que pagar los altos mandos tanto civiles como militares, porque hay responsabilidades compartidas, y la justicia sólo se aplica para la clase baja, no así para las élites, por eso voy a seguir luchando toda mi vida con uñas y dientes, hasta que los responsables por las violaciones a los derechos humanos paguen”.
La promesa del presidente electo Gabriel Boric
El 11 de marzo próximo, el presidente electo, Gabriel Boric, asumirá en pleno su cargo. Para Mery Cortez, la llegada del líder de Apruebo Dignidad a La Moneda aparece como una valiosa oportunidad para la causa que ella y muchos persiguen.
-¿Cómo han sido sus encuentros con el futuro mandatario?
Yo hablé con Gabriel Boric antes que fuera presidente electo. Incluso me tomé una foto con él, y le dije ‘haré esto para tener el antes y el después, porque tú, mi niño, serás el próximo presidente de Chile’. Una vez que resultó electo, fui a la Moneda Chica a hablar con él y me tomé otra fotografía.
En las dos conversaciones hablamos de las violaciones sistemáticas a los derechos humanos, me aseguró que esto se va a acabar y los responsables tendrán que pagar. En ese sentido, creo que hizo bien en situar a Izkia Siches como la futura ministra del Interior, con quien también conversé. Espero en Dios que ellos cumplan con todo lo prometido, sobre todo en la elaboración de mesas de trabajo para tratar estos temas tan importantes.
-¿Cómo considera las presiones que podría recibir el presidente electo?
Creo que es muy importante dejarlo gobernar. Si desde el día 1 nos estamos manifestando, no le estaríamos dando la oportunidad de que avance. Debemos tener en cuenta que él está recibiendo un país en decadencia, porque es evidente que Piñera hace mucho rato que abandonó el barco y las personas están desprotegidas.
-¿Qué le parecen las manifestaciones que han habido en los alrededores de la Moneda Chica por la problemática de los presos de la revuelta?
Yo casualmente participé de un punto de prensa cuando se acercaron manifestantes por la situación del INDH y por la problemática de los presos de la revuelta. Creo que lo importante no es esparcirnos, sino unificarnos y contar con un líder único que nos pueda mantener informados de estas situaciones y de la relación con el presidente Boric.
A mí me parece que no es sano formar conflictos antes de tiempo, hay que dejarlo que gobierne al menos durante seis meses, porque nadie puede acoger todas nuestras demandas en un tiempo breve. Eso es imposible. Si actuamos en forma demasiado insistente, creo que nunca vamos a obtener los resultados que esperamos.
-¿Qué hacer con las manifestaciones que alcanzan altos grados de violencia?
Estoy convencida de que la violencia siempre atrae más violencia. Por lo tanto, si queremos avanzar en nuestras demandas debemos ir de manera muy pacífica. Gabriel Boric ha tenido la disponibilidad para escuchar nuestras demandas. Creo que quienes actúan así, en todo caso, son infiltrados de la derecha, que sólo buscan ensuciar el movimiento.