“No sería posible la Convención Constitucional sin la protesta social”, dice el senador Alejandro Guillier para defender la convocatoria de constituyentes en relación a una posible declaración en favor de los presos a consecuencia de 18-O.

Expresidenciable de la diluida Nueva Mayoría, en entrevista con BBCL, anuncia que presentará un proyecto de reforma que acorte el próximo periodo presidencial a 2 años, bajo el contexto de la labor de la CC y la responsabilidad de reactivar el país que tendrá el próximo mandatario electo.

Finalmente, Guillier explica su fichaje en el Partido Progresista y reafirma que está disponible para repetir la experiencia en la carrera a La Moneda si se lo piden.

El senador y expresidenciable de la extinta Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, respaldó la decisión de la Convención Constitucional de convocar a una sesión para buscar un acuerdo sobre una declaración en favor de los presos por la revuelta social.

Explica que las competencias de la instancia constituyente más que legales, son éticas y morales, y sostuvo que “no puede, el poder institucional cuestionado y deslegitimado, como es el Judicial, Ejecutivo o el Congreso, venir a ponerle límite a la soberanía popular”.

El parlamentario por Antofagasta también confirma en entrevista con la Unidad de Investigación de BBCL una ambiciosa jugada: presentar con el PRO una reforma constitucional para reducir de 4 a 2 años el próximo periodo presidencial y con ello descomprimir al próximo mandatario, en la idea que concentre esfuerzos en reactivar y mejorar la economía y preparar al país para los cambios que generará la nueva Constitución.

“Vamos a proponer un proyecto de ley para que se reduzca el próximo periodo presidencial de cuatro años a solo dos. De manera que el próximo mandatario se aboque a un plan de emergencia para recuperar el empleo, la economía y salir de las consecuencias de la pandemia”, explica.

También, Guillier sustenta su decisión de militar en el Partido Progresista (PRO), luego de varios meses de acercamiento con la colectividad de Marco Enríquez-Ominami.

Asegura que su decisión se basa “en una especie de ciudadanización” (sic) de los partidos políticos, que, para él, significa abrirlos a la gente, pero desde dentro”.

De la mano con MEO

-¿Nunca había militado?

No. En los años setenta participé de los grupos socialistas del liceo y la universidad el primer año. Después, en la dictadura estuve trabajando cerca de la izquierda cristiana, pero no era orgánico, era una especie de red cultural. (Ahora) entré a militar por primera vez porque en el momento político no bastan los testimonios y golpear puertas de afuera, sino abrirlas desde dentro. El PRO abrió sus puertas y permitió, por ejemplo, que candidatos a la CC fueran independientes.

-¿Por qué el PRO? Usted representó como presidenciable a la
desaparecida Nueva Mayoría en su momento ¿Ya no tiene espacio en los partidos de ahí?

No, porque con el PRO tenemos un diagnóstico común, de ‘ciudadinizar’ la política y buscar un acuerdo en la centro-izquierda, jugar un rol de articuladores. Lo segundo es ¿cómo yo me iba a ir a meter a partidos que votaron a favor de las leyes represivas de Piñera? Este miércoles la comisión de Constitución y Justicia del Senado analizó el proyecto de ley de amnistía. ¿Por qué se produjo eso? Porque Piñera envió iniciativas represivas que sectores de oposición apoyaron y jueces y fiscales sintieron la señal del poder y aplicaron con dureza, por ejemplo, las prisiones preventivas, que, en algunos casos, se extendieron por más de año. Entonces, hay que ser clarito donde uno se para.

¿Presidenciable?

-¿Se mantiene disponible para ser presidenciable?

Sí. Tengo la disposición, en el PRO estamos disponibles a buscar un candidato y si hay que presentar un nombre, lo vamos a hacer y todos estamos listos para estar donde sea necesario.

-MEO judicialmente estaría impedido de ser candidato, entonces en el PRO queda usted y el senador Alejandro Navarro, quien dijo que se irá a estudiar fuera del país, entonces…

Todos estamos disponibles, no andamos detrás, pero no nos vamos a restar…

-¿Su inscripción como militante en el PRO, no busca eso? Al no tener que recolectar firmas para ser candidato….

Más que ser candidato presidencial, a mí me movió que alguien tiene ponerse detrás y evitar el divorcio entre la centro-izquierda y la izquierda. Facilita ser candidato a parlamentario o a Presidente y en lo que ayude más a llegar a un triunfo en diciembre con una amplia unidad de la centro izquierda con mucha ciudadanía…

-¿A quién va a apoyar si no es presidenciable?

-No es un tema de nombres, es un tema de quién es capaz de liderar una amplia alianza social y política que tenga esa expresión el 23 de agosto. El PRO va a estar disponible y si es necesario que ponga un nombre en la mesa, lo va a hacer.

¿Gobierno de 2 años?

El periodista asegura que existe una necesidad de disminuir el periodo presidencial a 24 meses en función al contexto político, económico y social que le espera a Chile a partir de marzo del próximo año.

“Esto es similar a lo que pasó el año 1990, cuando el Presidente Aylwin, que tenía un periodo de 6 años, lo redujo a 4 para poder administrar una transición. Hoy día, la magnitud del desafío es similar y hemos estimado necesaria esta reforma para quitarle presión a ese periodo presidencial y se aboque a la urgencia de poner enfrentar una crisis y echar a andar los cambios que el país va a aprobar en el proceso constituyente”, dice Guillier.

-Tienen tiempo de legislar, ¿hay una cancha rayada en cronología presidencial?

A Bachelet y a Aylwin le cambiaron las reglas encima. Si el bien superior del país exige, como PRO vamos a buscar un acuerdo político para hacerlo. Los partidos deberían desdramatizar la próxima elección e incluso darles tiempo para que se rearmen para una nueva realidad.

-¿Hay consenso para eso?

No, pero le vamos a poner presión, para mostrar que los tiempos no nos están dando…

Guillier junto al PRO plantean presentar el proyecto durante las próximas semanas.

Sesión por presos de la revuelta

-Respecto de la convocatoria de la CC para sesionar en función de acordar una declaración sobre los presos debido a la revuelta, ¿considera que está en sus competencias?

No está en las competencias jurídicas, pero si, en las políticas.

-¿Podría explicarlo?

Si estamos en un proceso constituyente fue porque la protesta social de la gente obligó a la elite a dar una respuesta a esa protesta. Eso se tradujo en las movilizaciones sociales que tuvieron niveles de represión muy fuerte, incluso de violencia. Eso que pasó en Chile, es porque gente salió a la calle y protestó. Por lo tanto, cerrar ese círculo y volver a reconciliarnos y decir que este proceso se encausa a través de la Constituyente, bueno…hay que hacer todo lo necesario para poder pensar en el bien superior.

-¿A quiénes se amnistiarían?

A quienes cuya acción que hoy puede ser criticada o no, legal o no, pero que fue esencial para que iniciáramos este proceso. Hay dos diferencias. El Congreso hace una ley de amnistía general y lo otro lo hace el Presidente, cuando se trata de un indulto, que es individual. El Congreso tiene facultad para amnistiar cuando hay un bien superior y creo que recuperar la paz social y la reconciliación de un Chile, que ya está canalizando el malestar social de una forma constructiva, a propósito de la CC, exige esfuerzos.

-Entonces….

En eso consiste una amnistía, que todas las personas que, en el contexto de la protesta social, es decir, en lo político, no hablo de la delincuencia, de los incendiadores de parroquias, iglesias o supermercados, hablo de gente detenida en el marco de la protesta social que fue clave en la apertura de este espacio, pueda volver a la normalidad y eso significa una amnistía, que, en el fondo, la falta que cometió no se registre. En el Congreso se comenzó a discutir esto con ese mismo convencimiento, que es un aporte a la reconciliación.

-Las mesas de las Cámaras hicieron saber su molestia sobre una posible “injerencia” de la CC en otro poder del Estado…

Las protestas abrieron el camino y la CC es el paso que concreta lo que se abrió en las calles. Es coherente que emitan un juicio, que no es una ley, porque no tiene atribuciones legales, pero sí tiene atribuciones éticas y morales para decirle al país que la gente que salió a la calle a protestar y que hoy está procesada o le espera un juicio, pueda reintegrarse a la vida normal en razón de un bien superior, un deber moral. No sería posible la CC sin la protesta social…

-Sin embargo, legalmente a los convencionales se les eligió y se les encomienda por una función constituyente y no por realizar declaraciones que no tienen que ver con sus competencias, ¿o no?

Pero, ¿Por qué no? Si la Constituyente es soberana, va a construir la nueva Constitución de Chile, no tiene bordes, ni límites. No puede, el poder institucional cuestionado y deslegitimado, como es el Judicial, Ejecutivo o el Congreso, venir a ponerle límite a la soberanía popular. Esto es de su ámbito y es esperable que haya mucho debate, concluyó Guillier.