Nuestra sección de OPINIÓN es un espacio abierto, por lo que el contenido vertido en esta columna es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial de BioBioChile
Martes 18 marzo de 2025 | 09:40
Archivo Agencia UNO
309 visitas
Este pasado domingo, las urnas recibieron miles de votos para definir quiénes dirigirán mi partido por los próximos dos años.
La elección interna, que se realiza de manera presencial en una sola jornada, no es un hecho menor. Es una muestra concreta del compromiso con la democracia y la participación ciudadana. Personalmente, creo que depositar un voto en una urna no es un acto baladí: es una de las formas más claras en que vivimos la democracia y expresamos nuestra opinión.
Las elecciones internas del Partido Socialista llaman la atención no solo por su modalidad presencial, sino por la alta concurrencia de votantes. Este interés refleja la vigencia de un partido con historia y con un compromiso inalterable con los cambios graduales y continuos que mejoran el bienestar del país. Pero no solo eso. El rol del Partido Socialista ha sido, y sigue siendo, fundamental para el fortalecimiento de la democracia y la promoción de la participación social.
Nuestra historia está marcada por la defensa de las mayorías y por la búsqueda de acuerdos que permitan avanzar en proyectos que combinen crecimiento económico, seguridad pública y justicia social. Es a través de estas iniciativas que refrescamos la democracia, adaptándonos a las necesidades del país y manteniendo siempre en alto las banderas de la equidad y el progreso.
Participar en estos procesos electorales no es solo una responsabilidad partidaria, es un ejercicio que fortalece las bases democráticas de nuestra sociedad. Por eso, cada voto cuenta. Cada persona que acude a las urnas reafirma la importancia de construir, desde la diversidad de ideas, un futuro más justo y democrático para Chile.