El Covid nos demostró que no somos invencibles y que la solidaridad es nuestro mejor aliado.

Momentos de tensión, angustia e incertidumbre se vivieron hace 5 años con la llegada del coronavirus a Chile. A través de cadena nacional, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, anunció lo que era inminente: el inicio del confinamiento. Dos días antes, la Organización Mundial de la Salud había definido este virus como una pandemia por su rápida y masiva difusión mundial. Además, hasta el momento no existían vacunas ni tratamientos para esta enfermedad, por lo que las medidas de control de salud pública y aislamiento de los enfermos eran los mejores instrumentos para enfrentar al Covid-19.

El panorama no era alentador, pero el trabajo colaborativo entre el gobierno, el sector privado y los diferentes actores de la salud hizo posible lo que se creía imposible: la creación de las primeras vacunas contra el coronavirus.

La vacuna contra el Covid

En Pfizer, nos sentimos profundamente orgullosos de haber contribuido a la lucha contra la pandemia de COVID-19. Desde el primer día, nos comprometimos a encontrar una solución, trabajando con rigurosidad, excelencia y la misma calidad que nos caracteriza, pero con la urgencia que la situación demandaba.

Fuimos pioneros en el desarrollo de la vacuna, y en Chile, nos enorgullece haber sido unos de los tres países de la región en recibirla. En diciembre de 2020, entregamos 20 mil dosis destinadas a proteger a quienes estaban en la primera línea de batalla: el personal de salud de las Unidades de Tratamiento Intensivo.

La vacunación al personal médico fue el inicio del largo camino que tanto como humanidad y país tuvimos que recorrer. Pero no solo eso, también fue un hito clave para que, en los años siguientes, la pandemia finalmente quedara atrás. No hay que olvidar que, durante el primer año, miles de personas murieron en Chile a causa de este virus, sin vislumbrar una pronta solución. La creación y difusión de estas vacunas brindó esperanza, alegría y vida a la población.

La pandemia nos marcó

El Covid nos demostró que no somos invencibles y que la solidaridad es nuestro mejor aliado. El trabajo no radicaba en un solo individuo, organización o país; era tarea de todos cuidarnos y cuidar a los que estaban a nuestro alrededor. El acto más solidario durante la pandemia fue vacunarse, porque la vacuna no es solo un acto de protección personal, sino también una forma de proteger a nuestros seres queridos, a la comunidad y al país entero.

Esta fue una de las grandes enseñanzas de la pandemia, y aunque esa época ya haya quedado atrás, su mensaje sigue vigente, porque vacunarse no es importante solo durante una pandemia, sino a lo largo de nuestras vidas.

¿Y usted tiene sus vacunas al día en este 2025?