FES: de la crisis del CAE a una educación superior con enfoque territorial

El nuevo instrumento de financiamiento público para la educación superior FES, que busca reemplazar al Crédito con Aval del Estado (CAE), mejorando un sistema que por años ha demostrado deficiencias estructurales múltiples en diseño e implementación, abre oportunidades reales para avanzar en un sistema integral de financiamiento que contemple las necesidades estructurales de las universidades regionales públicas y privadas, con criterios de calidad y pertinencia.

Este abordaje torna imperativo que en el proceso legislativo se enfatice en un modelo de financiamiento integral y que trascienda las contingencias actuales, priorizando las perspectivas de mediano y largo plazo.

FES: Una reforma con garantías para las universidades regionales

Las 22 instituciones que integran la Agrupación de Universidades Regionales comparten la necesidad de reformar el CAE y, con un discurso claro, han transmitido a la autoridad y al parlamento que: cualquier cambio en el sistema y en sus instrumentos de financiamiento debe dar garantías y certezas en aspectos relevantes para las casas de estudios regionales.

Uno de ellos es el reconocimiento de sus particularidades y las características que le entrega su condición de estar insertas en territorios tan diversos, lejanos de los centros metropolitanos, con menor matrícula y, por ende, con mayores costos asociados, que son asumidos hoy por las propias instituciones.

Esto debe derivar en un mejor cálculo de los aranceles regulados, que aseguren un financiamiento sostenible, incluyendo no solo las funciones de docencia, sino que también la investigación y la vinculación con el medio, que hoy no reciben financiamiento basal. Ello en el entendido que son funciones estratégicas y fundamentales de la academia, que les permiten responder a las necesidades del entorno y seguir contribuyendo con pertinencia al desarrollo del país y su gente.

Hacia un sistema integral de Financiamiento de la Educación Superior

Por la relevancia que tiene el CAE, el Fondo Social de Crédito Universitario y también las becas, cuyas externalidades afectan de manera distinta a las universidades, desde la Agrupación de las Universidades Regionales proponemos que se hagan proyecciones de impacto, no solo sobre el reemplazo del CAE, sino que también de las otras formas de financiamiento que serán sustituidas por el FES.

Sin olvidar que, en este escenario, de alta dependencia de los flujos por recursos del Estado, es de toda lógica e importancia que dichos recursos financieros lleguen de manera oportuna a las casas de estudio.

En momentos en que el proyecto de ley impulsado por el gobierno está en discusión parlamentaria, vamos a insistir en la idea de avanzar a un sistema integral de financiamiento de la educación superior, que acoja las particularidades de las universidades regionales y que supere el enfoque centrado exclusivamente en la demanda.

De esa forma podremos avanzar a un modelo que verdaderamente contemple la misión y el aporte que realizan en los territorios las universidades regionales y que ello se traduzca en apoyos financieros pertinentes y oportunos.