Las Universidades regionales señalamos nuestra insatisfacción con la propuesta de presupuesto para la educación superior, presentado por el Ejecutivo como parte del proyecto de Ley de Presupuesto 2025, actualmente en tramitación en el Congreso.
Inercia histórica del centralismo
Los instrumentos financieros y asignación de recursos definidos postergan una vez más el avance hacia una efectiva descentralización de la educación superior. Se ignoran las inequidades territoriales que afectan a universidades regionales que forman personas con capacidades técnicas y valores, impulsan investigación pertinente a los problemas de sus comunidades y tienen una estrecha relación con las instituciones, agentes productivos y organizaciones sociales del entorno.
La inercia histórica del centralismo político, económico y administrativo reafirma la concentración institucional y territorial en las grandes urbes y principalmente en la capital; exacerba las inequidades existentes y desconoce que el quehacer universitario en regiones, particularmente de zonas extremas y baja población, enfrenta mayores obstáculos que es obligación atender.
La formación de personas dotadas de valores y capacidades para impulsar el desarrollo regional, tanto en pre como posgrado, se enfrentan a aranceles de referencia y subvenciones específicas que no consideren los costos reales de cada institución en virtud de los contextos territoriales específicos, como la distancia a Santiago, la mayor proporción de estudiantes vulnerables y/o de comunidades indígenas, rurales o aisladas.
Financiamiento desigual en ciencia e innovación: un freno al desarrollo regional
Chile, por su diversidad social y cultural, productiva y ambiental, requiere de más investigación para su desarrollo. Sin embargo, el financiamiento a la ciencia e innovación se expresa en un magro 0.4% del PIB y una concentración institucional y territorial en beneficio de las grandes ciudades.
El financiamiento de los GORES vía FIC ha subsanado muy parcialmente esta situación, pues son reducidos los recursos y abundantes las burocracias. Reformas recientes a la Ley del Royalty Minero y la creación de un nuevo fondo no mejoran el escenario. A ello, se sumará la llegada de nuevas autoridades regionales, cuya instalación inevitablemente ralentizará los procesos de evaluación de proyectos, de selección y transferencia de recursos.
Las universidades regionales se insertan en contextos institucionales y de organización social más débiles, como consecuencia del centralismo. Por ello destinan parte importante de su quehacer a extensión artística y cultural, a programas con gremios, organizaciones sociales y municipios; en fin, a difundir información y acciones para fortalecer la sociedad civil local. Iniciativas a las que, siendo valoradas por el nivel central, no se provee de fuentes de financiamiento específicas.
Impacto del centralismo en las universidades de zonas extremas
El cuadro descrito requiere superar normativas e instrumentos homogéneos en la educación superior y pasar a un esquema que reconozca las distintas realidades. Un caso obvio es el de universidades situadas en zonas extremas y/o de menor tamaño que no alcanzan los beneficios de las economías de escala. Por ello, en todas las áreas, pero especialmente en el ámbito del financiamiento, es desalentador el Proyecto de Presupuesto 2025 para la Educación Superior.
En docencia es urgente avanzar hacia procesos de desarrollo socioeconómicamente inclusivos y territorialmente equilibrados. La Agrupación de Universidades Regionales, AUR, demanda que los aranceles asuman la realidad de cada universidad y región, con los ajustes territoriales pertinentes, financiamiento oportuno y eficiente, con más subvenciones estratégicas focalizadas en carreras de alta importancia social y económica, con baja matrícula y ajustando el traspaso de remesas para gratuidad y becas.
Se requieren políticas que mejoren el acceso y la equidad para estudiantes vulnerables y se desarrollen programas de apoyo académico y socio-emocional para aumentar las tasas de graduación. Se debe ampliar el límite de uso del Fondo Solidario de Crédito Universitario (FSCU) al 45% del flujo anual y al 50% de los excedentes acumulados.
AUR exige políticas inclusivas y ajustadas a la realidad regional
En ciencia es urgente avanzar a una “Política de Estado de Descentralización de Recursos y Capacidades Científicas”, que incentive la instalación y arraigo de talentos y dote a las comunidades científicas de adecuados recursos para asumir los problemas socioculturales, desafíos ambientales y potencialidades productivas existentes en todas las regiones de país.
Es necesario promover investigaciones de calidad en áreas clave para el desarrollo regional, involucrando a estudiantes vulnerables en proyectos relevantes. La reposición del fondo FONDEQUIP, es esencial para renovar el equipamiento científico y tecnológico, evitando reasignaciones que signifiquen pérdidas en fondos históricos y vitales para las universidades.
En vinculación con el medio, el Fondo de Educación Superior Regional debe incrementar su presupuesto y flexibilizar su gestión. Los recursos del royalty deben dar apoyo financiero a las alianzas universidades-agentes productivos.
Finalmente, es fundamental contar con un programa de apoyo a universidades de regiones más complejas y también a aquellas que tienen presencia en más de una región, lo que implica desafíos relevantes en sistemas de información, gestión administrativa y complejidad operativa.