Uno de los grandes dolores de Santiago es la desigualdad, que se expresa en temas tan distintos como el cambio climático, la inseguridad, el equipamiento y los servicios. Aunque Santiago obtiene buenos promedios si se compara con otras capitales de América Latina, lamentablemente, al mirar esos promedios entre las mismas comunas de Santiago, nos damos cuenta que la desigualdad es brutal.

Pongamos tres ejemplos. La expectativa de vida de una comuna popular de la zona sur o de la zona norponiente de Santiago es de 79 años, versus la expectativa de vida de una persona que vive en la zona oriente, que es de 89 años. Es decir, tenemos una brecha de 10 años de diferencia en expectativa de vida en una misma ciudad.

En cuanto al cambio climático, ocurre lo mismo. Hay una diferencia de 8 grados promedio entre las comunas que tienen más áreas verdes, de las que poseen menos. En materia de farmacias, hay comunas que cuentan con 114 farmacias, como Las Condes, cuando Cerro Navia solo tiene 2.

En materia de homicidios, en promedio, Santiago tiene 6,7 homicidios por cada 100.000 habitantes. La Reina tiene 0.8 y Lo Espejo 16,7; el contraste es evidente. Cualquier indicador nos dice lo mismo: la zona sur y la zona norponiente de Santiago, son muy vulnerables si las comparamos con el resto de la ciudad.

¿Qué hemos hecho como Gobierno de Santiago?

Apuntamos a dos escalas: La primera, nuestro principal desafío es nivelar la cancha hacia arriba: invertir más, donde hay menos. No podemos hacernos cargo de las falencias privadas, pero sí de las públicas.

En estos tres años, hemos aprobado una inversión de 700 mil millones de pesos de inversión física en la región. De forma intencional, las comunas más vulnerables como las de la zona sur, son las que más se han visto beneficiadas. De hecho, el único edificio con ascensor en toda la comuna de la Pintana, que cuenta con 240.000 habitantes, es el polideportivo financiado por el Gobierno de Santiago. Esto es una demostración de cómo intentamos hacer justicia territorial con nuestras inversiones.

Un nuevo Plan Regulador

Como segunda gran escala, se requiere mejorar la urbanización de la zona sur de Santiago y nuestro principal instrumento para ello es el Plan Regulador Metropolitano. Junto con aprobar la Estrategia Regional de Desarrollo, que define la inclusión, la integración social, la sustentabilidad ambiental y la equidad territorial, como principios fundamentales, queremos iniciar una discusión para generar un nuevo Plan Regulador para Santiago.

El futuro Plan Regulador debe tener 3 componentes fundamentales: cambio climático,
integración social y movilidad sustentable.
No podemos permitir que Santiago siga creciendo como una mancha de aceite hasta los límites de la región. Tenemos que ser capaces de concentrar más la ciudad y generar mecanismos de movilidad como, los trenes de cercanía a Nos, a Melipilla, a Batuco, a Til Til, que son una excelente manera de descentralizar la región.

Tenemos que construir una ciudad que sea equilibrada y sustentable, en lo social y en lo ambiental, y en el Gobierno de Santiago estamos ocupados de ello.