La izquierda es muy mala para gobernar, pero muy buena para ganar elecciones y con la derecha desbandada la elección presidencial se aleja.
Entre los que hacemos oposición al mal gobierno de Gabriel Boric, hay muchos que creen que la próxima elección presidencial está ganada, que está en el bolsillo. Mientras algunos nos esforzamos en acuerdos, otros aceptan chantajes y dificultan así la designación de candidatos en muchas comunas del país. Las directivas de Chile Vamos están empantanadas.
El mejor ejemplo es Recoleta
Jadue en prisión, mientras toda la izquierda está ordenada con un candidato único. Pero la derecha no es capaz de definir entre un concejal en ejercicio y una señora de Temuco que de la noche a la mañana descubrió que puede ser alcaldesa.
El elector de derecha lo único que pide es unidad. Y era muy simple: tener una sola coalición e inscribirla. Pero un partido obnubilado con logros electorales circunstanciales no quiso. Era la oportunidad para llevar un candidato de derecha por comuna.
Sin coalición y sin primarias
Al interior de Chile Vamos no se realizaron las primarias necesarias y el mejor ejemplo hoy es la región de Valparaíso donde un partido por los diarios presiona a otro. Eso abre un grado de desconfianza, fisura e ineficiencia electoral. Y en vez de ser un sector ordenado, se promovió el desorden, y ahora pretenden instalar la cultura de las encuestas (que poco han acertado).
La salida era una coalición única y primarias donde no hay acuerdo. Pero no, hoy algunos sectores de derecha están dando lecciones de democracia, siendo que no fueron capaces de inscribir un solo pacto con toda la oposición. Yo misma lo propuse hace más de un año.
Fast track legislativo: la guinda de la torta
Y la guinda de la torta y el telón de fondo fue el fast track legislativo 2.0. Nuestro sector negocia con la izquierda y deja como tema pendiente la discusión de la RUF, que es el corazón de los proyectos de seguridad.
La izquierda es muy mala para gobernar, pero muy buena para ganar elecciones y con la derecha desbandada la elección presidencial se aleja.
Los esfuerzos de unidad de Chile Vamos no tuvieron el suficiente músculo comunicacional para que el electorado de derecha lo entienda. Pero en la vida nunca es tarde y aún hay tiempo para que en la parlamentaria y presidencial seamos un solo conglomerado con una sola primaria presidencial.
Para aquellos que creen que pueden repartirse ministerios, les tengo la mala noticia: el traje de ministro aún no está a la venta.