El 27 de febrero del 2010, el recién electo presidente de la República decidió viajar a la región del Biobío para conocer la zona afectada y así comenzar el Plan de Reconstrucción. Este impecable proceso no sólo permitió recuperar infraestructuras, equipamiento, o viviendas que en muchos casos quedaron mejor (basta ver el ejemplo de Dichato, La Poza de Talcahuano, sólo por nombrar algunos), sino que sobre todo fue un tremendo golpe de esperanza.

Esa para mí es una fiel representación del presidente Piñera, nunca importó lo que enfrentaría, siempre con su gran capacidad de gestión lograba transmitir confianza a sus equipos y a los chilenos.

Tuve la posibilidad de trabajar como Seremi de Desarrollo Social y como Intendente de la región del Biobío durante su mandato. Tengo muchos recuerdos y quisiera mencionar al menos tres momentos que para mí muestran el legado del Presidente en nuestra región.

27 de marzo del 2010: A las 3:34 am el presidente Piñera, recién asumido, con megáfono en la mano, en las afueras de la Catedral de Concepción lideró una emotiva velatón por los caídos y el país. La emoción y el liderazgo que vi en ese momento me marcaron profundamente siendo una gran inspiración para el trabajo en la emergencia, particularmente en la etapa de distribución de viviendas de emergencia que me tocó liderar en la región y posteriormente como Intendente.

30 de mayo del 2019: llevaba poco más de un mes como Intendente y ocurrió un tornado en Los Ángeles. Nos desplegamos rápidamente para cuantificar heridos y daños. Lo llamé para reportar, y me indicó: “Van a llegar ministros al lugar. Usted es el Intendente, mi representante, por lo tanto, usted dirige el equipo hasta que yo llegue”. Al otro día ocurrió un nuevo tornado esta vez en Talcahuano y Concepción, raudamente llegó y presidió un Comité de Emergencia.

Sebastián Piñera en la región del Biobío
Cedida

“Para conseguir grandes cosas hay que trabajar muy duro”, así era su esencia. Tal como decía Alberto Hurtado: “Mirar en grande, querer en grande, pensar en grande, realizar en grande”.

Septiembre de 2020: El Gobierno decide dar un permiso especial para el 18 de septiembre, lo que yo cuestione públicamente pues el 80% de los contagios eran brotes familiares, y, en Biobío, recién vivíamos nuestra primera cuarentena total. Fue algo que causó mucho revuelo y que tuvo altos costos para mí. No obstante, cambiaron finalmente la medida. Al paso de un mes recibí un llamado del Presidente: “Intendente, usted tenía razón, pero se equivocó en la forma”. Y terminamos al otro día reunidos en la Moneda en una larga y grata conversación.

Por supuesto tengo muchas historias que podría contar. Pero creo que las experiencias aquí narradas demuestran su gran calidad humana y profesional.

El presidente Sebastián Piñera fue un gran demócrata (Acuerdo por la Paz del 15N); un extraordinario gestor (reconstrucción, rescate de los 33 mineros, renovación de aeropuertos, puentes y miles obras en nuestra región y todo el país).

Amaba profundamente a Chile y siempre buscaba enaltecerlo (COP25, sede de APEC, Juegos Panamericanos). Y tenía un un gran sentido social (PGU, Plan Calle, entre otros). Pero sobre todo, fue un gran motor de esperanza. Gracias por tanto presidente Sebastián Piñera.