La confirmación de la participación de Peso Pluma que entregó genéricamente la organización del Festival de la Canción de Viña del Mar en un documento con estrellas, fue un desatino mayor.
La respuesta que esperamos es la de la autoridad de nuestra comuna, ya que hoy y en estas condiciones no solo está en riesgo la participación del cantante mexicano Peso Pluma, sino la de todos los demás artistas. En estricto rigor, ningún invitado está confirmado, pues el proceso administrativo parece estar hecho con tal descuido que al día de hoy no hay certeza alguna sobre el festival.
Me explico. Las bases que regulan la licitación de las cuatro últimas versiones del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar -que culminan con la de este año-, y cuyo cumplimiento es obligatorio para las partes, establece en su numeral 24 la existencia de la Comisión de Promoción del Festival integrada por 4 representantes de la municipalidad de Viña del Mar y 4 de la concesionaria (TVN y Canal 13).
El artículo 24.4 le otorga algunas importantes funciones a la comisión, dentro de las cuales está la “aprobación de la parrilla programática del show”, y, tal como lo han señalado públicamente los concejales integrantes de dicha comisión, aquella aprobación jamás ocurrió. Ellos han señalado que solo se enteraron de la parrilla programática el mismo día que se hizo pública.
Por lo tanto, se incumplieron las bases y se iniciaron las contrataciones de artistas sin la aprobación de la comisión, lo cual constituye, además de un menosprecio al rol de los concejales, una vulneración gravísima al marco normativo de esta licitación. Trabajamos en el sector público y, en rigor, el acto administrativo que valida los procedimientos no ha ocurrido y, en tal sentido, no está certificado.
Pero hay más, pues cuando el directorio de TVN señaló en un comunicado el día jueves 11 de diciembre que la decisión sobre la presentación del artista mexicano Peso Pluma debía resolverla precisamente la Comisión de Promoción del Festival, la organización VIÑA 2024 se adelantó y a las pocas horas confirmó esta presentación, pasando por encima de las bases y menospreciando el rol de los concejales integrantes de la comisión.
Por lo mismo, pido a la Comisión de Promoción del Festival de Viña del Mar que se haga cargo desde ya de los siguientes puntos en su próxima reunión (que será el próximo miércoles 17 de enero), pues en ella se debe tener material sistematizado por organismos y expertos para tomar esta decisión. Resumo del siguiente modo mi requerimiento:
1. Que se solicite y tenga a la vista informes de Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones respecto a las diferencias de control que supondrá la jornada del 1° de marzo con la presencia de Peso Pluma respecto a la jornada de cierre del año 2023.
2. Que solicite y tenga a la vista un informe de la Subsecretaría de Prevención del Delito respecto a los riesgos de un invitado que ha tenido suspensiones de conciertos por riesgo en México y Estados Unidos en 2023.
3. Que se exija claridad respecto a cómo se emitió un comunicado sin nombres responsables y que desatiende las obligaciones legales de la relación entre las partes.
4. Que se solicite y se tenga a la vista un informe de la Contraloría General de la República respecto a si están en juego recursos y fondos públicos en la realización del evento.
5. Que se solicite y se tenga a la vista, con financiamiento de la productora responsable, un informe experto que analice si el discurso de Peso Pluma habla sobre una realidad social o promueve un estilo de vida asociado al narcotráfico.
Estas solicitudes y la documentación asociada son fundamentales para que la misma entidad pueda valorar los hechos relevantes. Si todo esto no está sobre la mesa el día 17 de enero, es imposible que se tome una decisión fundada.
Como concejal de Viña del Mar mantengo mi convicción respecto a la necesidad de suspender el concierto de Peso Pluma. Como persona, me declaro sorprendido de la permisividad y del silencio frente a un hecho de esta gravedad.
Chile pasa por una crisis verificada cada día, y por desgracia también durante este fin de semana. ¿No es eso todavía una razón suficiente para tomarse en serio este problema?
Es cómodo gritar “censura” desde el sofá y tener la tranquilidad de que no habrá represalias en tu contra. Es cómodo culpar a la prensa del clima social, pero no es nada cómodo levantar la voz por algo lógico y no recibir ninguna respuesta razonada y debatida, sino comentarios violentos que se niegan a examinar el fondo del asunto.