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El proyecto del nuevo Instituto Nacional del Cáncer enfrenta múltiples observaciones del Sistema de Evaluación Ambiental (SEA), como la creación de hábitats para insectos, técnicas japonesas en jardines y protocolos paleontológicos, lo que ha generado críticas de expertos por un posible uso desproporcionado de las herramientas de evaluación ambiental del Estado. El proyecto busca modernizar la red hospitalaria a nivel nacional al reemplazar el actual hospital oncológico en calle Profesor Zañartu, Independencia, pero se ha visto retrasado por las observaciones del SEA. Entre las exigencias destacan la inclusión de refugios para insectos en áreas verdes, educación ambiental con señaléticas en jardines internos, técnicas japonesas para forestar y un protocolo para hallazgos paleontológicos. Además, se requiere analizar el impacto en el Estadio Santa Laura, ampliar las entrevistas a vecinos, detallar el sistema de evacuación de aguas lluvias, revisar la movilidad hospitalaria, entre otros aspectos. El Consejo de Monumentos Nacionales también pidió nuevos planos para evaluar el impacto visual sobre el Hospital San José y el Cementerio General.
El proyecto del nuevo Instituto Nacional del Cáncer enfrenta una larga lista de requerimientos del Sistema de Evaluación Ambiental (SEA). Entre ellos, la creación de hábitats para insectos, técnicas japonesas en jardines y protocolos paleontológicos.
De acuerdo a Ex-Ante, expertos advierten que dichos puntos revelarían un uso desproporcionado de las herramientas de evaluación ambiental del Estado.
Dicho proyecto se mantiene bajo evaluación ambiental desde julio de 2024. Y ayudará a la modernización de la red hospitalaria a nivel nacional, reemplazando al actual hospital oncológico ubicado en calle Profesor Zañartu, en Independencia.
Especialistas acusan uso desproporcionado
No obstante, el avance de este se ha demorado por las observaciones del Sistema de Evaluación Ambiental (SEA). El medio citado recopiló el Informe Consolidado de Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones y/o Ampliaciones (ICSARA) del 20 de diciembre de 2024.
Una de las observaciones es de la Seremi Metropolitana de Medio Ambiente, que pidió que el diseño de las áreas verdes incluyera refugios para insectos, arácnidos y corredores biológicos.
“Se requiere que el titular proponga un diseño de áreas verdes que permita favorecer la conservación de la biodiversidad (…) considerando al menos mantener cubierta vegetal y corredores biológicos de vegetación, áreas de refugios de fauna vertebrada de baja movilidad y de invertebrados”, dice el documento.
Lo anterior fue abordado por el grupo de especialistas Permisos de Horizontal a través de una carta al director en El Mercurio. “Que el lector saque sus propias conclusiones sobre un proyecto que se emplaza en plena ciudad, en un sector altamente intervenido y no en una suerte de imaginaria reserva natural”, escribieron.
Asimismo, otro requerimiento para el centro oncológico son la instalación de señaléticas de educación ambiental en los jardines internos del recinto. Además de que las áreas verdes incorporen la técnica japonesa Miyawaki para forestar con árboles nativos y un protocolo en caso de hallazgos paleontológicos.
Los especialistas enfatizaron que “observamos con preocupación que en el contexto de la evaluación ambiental, algunas autoridades se permitan formular exigencias carentes de toda razonabilidad y ponderación”.
Las exigencias para el nuevo Instituto Nacional del Cáncer
Así como las observaciones antes mencionadas, hay más.
-Incorporación en la línea de base de un análisis del impacto que el nuevo hospital pueda tener sobre el Estadio Santa Laura y la Zona Típica de las Poblaciones Obreras.
-Ampliación de la muestra de entrevistas a vecinos para caracterizar adecuadamente el área de influencia en el medio humano.
-Justificación del diseño del sistema de evacuación de aguas lluvias.
-Revisión y modelación completa del sistema de movilidad, incluyendo simulaciones tipo AutoTURN para verificar ingreso y salida de camiones, y desagregación de flujos vehiculares.
-Solicitud de medidas específicas de protección patrimonial frente a la demolición de estructuras adosadas al muro del Cementerio General.
-Una reformulación del estudio de movilidad del hospital y rectificaciones en la modelación de ruido y vibraciones hasta en aspectos menores como el uso de rotomartillos.
Por su parte, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) solicitó nuevos planos de corte y elevaciones del edificio. Esto para evaluar el impacto visual sobre el Hospital San José y el Cementerio General.