El dueño del restaurante “Chicha en Ají”, Damián Bravo, entregó detalles de lo que habrían consumido Jorge Valdivia y la denunciante el pasado domingo en el local. Estas declaraciones llegan tras el fin de las nuevas diligencias realizadas por el OS9 de Carabineros en el recinto, debido a la denuncia por violación contra el exfutbolista.
El procedimiento de la policía uniformada comenzó poco antes de las 12:00 horas, instancia en la que conversaron el propietario del local. En ese contexto, Bravo volvió a hablar, aunque ahora de forma más extendida sobre el caso.
Lee también...
Jueves 01 Enero, 1970 | 00:00
Las declaraciones del dueño del restaurante en el que se reunieron Jorge Valdivia y la denunciante
El dueño de “Chicha en Ají”, aseguró que lo “tomaron por sorpresa” anoche, pues Carabineros alrededor de la medianoche le pidió su colaboración con las diligencias.
“Necesitaban revisar las cámaras y me vine a esa hora a ver qué pasaba. La verdad que no teníamos idea de lo que estaba pasando en realidad”, dijo el propietario del restaurante.
Damián Bravo aseguró que la tatuadora que denuncia al exfutbolista es “cliente frecuente” del local. Por otra parte, también indicó que los garzones no se percataron de que el hombre que la acompañaba era Jorge Valdivia.
“Y los garzones mayormente son extranjeros, no tenían en realidad, no lo conocían mucho a señor Valdivia. Y resulta que revisando las cámaras y confirmado que es él, pero nosotros no vimos nada raro, nada extraño”, declaró.
Detalles sobre el consumo de Valdivia y la tatuadora en el restaurante
Tras ser consultado por lo que consumieron el ex “10 de La Roja”, el dueño del restaurante señaló que llegaron al local cerca de las 21:30 horas. Posteriormente, se retiraron del lugar alrededor de las 23:00 horas.
“Lo que aprecia en la comanda es dos piscos sour cada uno y un pulpo a la parrilla. Eso es lo que consumieron ellos”, reveló.
Sumado a lo anterior, Damián Bravo confirmó que el tamaño de los bebestibles con alcohol era “catedral”. Es decir, un poco más de una copa normal y de alrededor de 250 CC.
En cuanto a las diligencias de Carabineros, el propietario dijo que se revisaron las comandas, el consumo y la hora.
“Eso nada más, en realidad no se aprecia nada extraño, nada raro. Ahí está todo claro, más allá los carabineros buscarán algo más detallado. Nosotros no tenemos tanta información en realidad”, manifestó Bravo.
El dueño del restaurante contó que no cuentan con patente de bar, por lo que solo venden alcohol acompañado con comida.
“Nosotros (tenemos un) máximo límite; acá se toman hasta tres ‘catedrales’. No sé cuánto puede resistir una persona, pero nosotros no podemos vender más de eso”, explicó el propietario sobre la medida que tienen en el local por seguridad.