Saudíes, con petrodólares de por medio, ponen el ojo en Chile: "Es un socio indispensable"

No pasaron desapercibidos en Chile. Su atuendo propio de su cultura llama la atención de cualquier persona que se cruza con ellos. Se trata de dos importantes autoridades del Reino de Arabia Saudita, gobernado desde 2015 por el Rey Salmán bin Abdulaziz, que pisaron el suelo nacional en búsqueda de estrechar lazos y abrir nuevos caminos para la inversión y compra.

La visita estuvo encabezada por el ministro de Industria y Recursos Minerales, Bandar Ibrahim Alkhorayef, y el viceministro de Asuntos Mineros, Khalid S. Al-Modaifer. De hecho, una de las principales reuniones que tuvieron en la agenda de dos días fue con la ministra de Minería, Aurora Williams, y un encuentro empresarial con la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa).

Sin embargo, y pese a las pocas horas que estuvieron en Santiago, el viceministro de Asuntos Mineros, Khalid S. Al-Modaifer, conversó con Radio Bío Bío sobre la “Visión 2030”, un ambicioso plan de transformación y diversificación de la matriz productiva saudí.

Sobre esta base, la autoridad explicó los intereses del Estado árabe en Chile en áreas como la minería, el litio, la desalinización de agua y el hidrógeno verde. También tuvo palabras para la llamada “permisología”, y de paso, se refirió a una potencial competencia con China.

La visita coincidió con la gira del Presidente Gabriel Boric por los Emiratos Árabes Unidos, lo que da cuenta del paulatino pero fuerte interés en potenciar las relaciones con países del Golfo Arábico. En este contexto, a fines de este año o a comienzo del próximo también se reabrirá la embajada chilena en Riad, cerrada desde 1996.

– ¿Es su primera vez en Chile?

Es mi primera vez aquí. Han sido dos días estupendos. La gente ha sido increíblemente acogedora y estoy impresionado por el desarrollo del país en todos los aspectos. Es impresionante.

– ¿Cómo se responde a la diferencia cultural que existe entre Arabia Saudita y Chile?

Arabia Saudita, al estar en Medio Oriente, ha sido percibida históricamente como distante de países como Chile, lo que ha dado lugar a diferencias de perspectivas. Sin embargo, como todas las naciones, Arabia Saudita está centrada en su desarrollo, con el objetivo de crear oportunidades económicas y proporcionar una alta calidad de vida a su población. En los últimos seis años, bajo el liderazgo de Su Alteza Real el Príncipe Heredero, nos hemos guiado por la Visión 2030, un plan de transformación ambicioso y sin precedentes para nuestra nación. Esta visión se centra en la construcción de una sociedad vibrante, una economía próspera y avances sociales significativos para todos.

Hemos realizado notables progresos en un corto periodo de tiempo, logrando en cinco años lo que a otros países les llevaría décadas. Arabia Saudita tiene una población joven, con un 60% de menores de 35 años, lo que supone una gran oportunidad de crecimiento e innovación. Además, el Reino alberga una población diversa, con casi un 30-40% de no saudíes, lo que pone de relieve nuestra apertura y compromiso con la inclusión, tanto de saudíes como de expatriados.

– La Visión 2030 busca, entre otras cosas, diversificar la economía. Ustedes buscan un crecimiento sostenible, y entiendo también que están realmente avanzados. ¿Dónde está Chile en esa Visión 2030? ¿Es Chile un país importante en América Latina para ese objetivo?

Déjenme empezar por el final. Chile es un país muy importante. Es una economía fuerte y estable, y es uno de los países más grandes de América Latina, y lo más importante es que tiene gente estupenda.

Arabia Saudita es un país del G20 y tiene la mayor economía de Oriente Medio. Aspiramos a ayudar no sólo a la economía de Arabia Saudita, sino a la de todo el mundo. Nuestro ambicioso plan pretende transformar el Reino en una potencia inversora mundial diversificando nuestra economía, desarrollando nuevas industrias y creando millones de puestos de trabajo.

– ¿Qué lugar ocupa la minería en la Visión 2030?

La minería y los minerales son uno de los sectores que hay que desarrollar para impulsar nuestra transformación industrial. Nuestra economía ha dependido del sector del petróleo y el gas, pero ahora hemos abierto nuestra economía, impulsado nuevos sectores como el turismo y la minería, y hecho que nuestro país esté abierto a los negocios. Sin embargo, la minería y los minerales han sido identificados como el tercer pilar de nuestra industria y economía nacionales.

Los ricos recursos minerales y la estabilidad económica de Chile lo convierten en un socio indispensable para la Visión 2030 de Arabia Saudita. La posición de Chile como productor líder de cobre, litio y otros minerales críticos se alinea perfectamente con nuestra creciente demanda. A medida que invertimos fuertemente en infraestructuras, transición energética e industrialización, la necesidad de estos recursos se hace aún más acuciante. El actual intercambio comercial entre Arabia Saudita y Chile puede crecer, y nuestra visita tiene como objetivo aumentar el intercambio tanto bilateral como comercial entre ambas naciones.

– Hablando del sector minero y de la industria del litio, hay un informe de Scotia Capital según el cual Aramco sería un buen candidato para adquirir la participación del 22,16% que la china Tianqi tiene en SQM. ¿Es una opción razonable?

No puedo hablar en nombre de Aramco, pero está claro que la demanda mundial de litio está aumentando rápidamente. Este crecimiento es crucial para apoyar la transición a los vehículos eléctricos, el almacenamiento de energía y otras tecnologías limpias. Cualquier inversión destinada a impulsar el suministro de litio beneficiaría tanto al mundo como a Arabia Saudita

– Relacionado al sector minero, está la desalinización y tratamiento de aguas. Sé que su país tiene muchos conocimientos sobre esa industria, tiene el kwo-how. ¿Cree que Chile es una buena oportunidad para invertir en esa área?

Arabia Saudita tiene un largo historial de lucha contra la escasez de agua a través de la innovación. En los últimos 50 años, hemos desarrollado una tecnología de desalinización de categoría mundial que nos ha convertido en líderes en la producción de agua potable a partir del agua de mar. Hoy, la mayor parte de nuestra agua potable procede de fuentes desalinizadas.

Nuestra experiencia en este campo va más allá del uso doméstico. Hemos exportado con éxito nuestros conocimientos y tecnología, como demuestra el reciente acuerdo entre una empresa saudí y Antofagasta Minerals para desarrollar una planta desalinizadora.

– Usted ha dicho mucho acerca de las oportunidades en Chile. ¿Existe alguna preocupación sobre la lenta tramitación de proyectos de inversión en nuestro país? La llamada “permisología”.

Cuanto más fácil sea el proceso para el inversor, cuanta más claridad haya, menor será el coste y mayor será la inversión. Nuestro papel como gobierno es facilitar la relación y fomentar las inversiones.

Hemos transformado nuestros procesos y sistemas mineros. Las licencias, incluidos los permisos medioambientales, pueden obtenerse ahora en un plazo de 90 a 180 días. Nuestro objetivo es reducirlo a 90 días, y es incluso más rápido para los proyectos más pequeños.

– Hablando de la Visión 2030 que quiere diversificar la economía para tener un crecimiento sostenible. ¿Es el hidrógeno verde una gran oportunidad también en Chile?

Sí, hay un gran interés de los inversores por el hidrógeno verde. En Arabia Saudita se está construyendo una de las mayores plantas de hidrógeno verde del mundo. Hemos conseguido acuerdos de suministro y pretendemos utilizar este hidrógeno verde para la producción de acero y metales. Sin embargo, la viabilidad de estos proyectos depende de los volúmenes y precios de compra.

La tecnología del hidrógeno verde aún está evolucionando y requiere el apoyo de los gobiernos a través de factores como los precios de compra y los incentivos para la tierra, la energía eólica y la energía solar. Aunque tenemos experiencia en este campo, el interés de las empresas saudíes depende de las condiciones específicas del proyecto.

– Hemos hablado del sector minero, industria del litio, desalinización del agua, tratamiento de agua, hidrógeno verde, e incluso el turismo. ¿Hay alguna otra oportunidad en Chile?

Existen numerosas oportunidades de colaboración entre nuestros dos países. La inversión de Aramco en el sector minorista chileno de combustibles y gas es un buen ejemplo. Un mayor conocimiento de los mercados de la otra parte conducirá sin duda a nuevas empresas.

Por ejemplo, Chile exporta con éxito manzanas a Arabia Saudita, lo que demuestra el potencial de otros productos. Chile cuenta con una economía fuerte y estable y una mano de obra cualificada, lo que crea un clima favorable a la inversión. Dados los crecientes lazos políticos entre nuestras naciones, es esencial fomentar la cooperación económica a través del comercio y la inversión en ambas direcciones.

– Hay alguna posibilidad de que, en el futuro, el Reino de Arabia Saudita compita con otras grandes economías que están aquí en Chile, como China, por ejemplo?

Nuestro principal objetivo es el progreso de nuestra nación y de nuestro pueblo. Cualquier iniciativa que emprendamos debe beneficiar en última instancia a Arabia Saudita, sin dejar de tener en cuenta las posibles ventajas para países socios como Chile. Nuestro objetivo es crear colaboraciones mutuamente beneficiosas sin entrar en competencia directa.