El 1 de febrero de este año, la empresa Subus del Transantiago envió una carta al Ministerio de Transportes solicitando la revisión excepcional de su contrato, con el fin de ser compensada ante una supuesta baja en la cantidad de pasajeros por la entrada en funcionamiento de la Línea 3 del Metro.

Dicha solicitud fue acogida por el Directorio de Transportes Público Metropolitano (DTPM), iniciándose en abril una serie de negociaciones entre la operadora y el gobierno, las que terminaron el 14 de noviembre pasado cuando ambas partes firmaron los ajustes a las condiciones contractuales.

El nuevo acuerdo establece, según la extensión del contrato publicado por el propio DTPM, un aumento de $66,5 en el pago por pasajero transportado que el Estado realiza a Subus, pasando de $650,59 a $717,09.

En el detalle, solo $45,53 del aumento corresponden a la compensación por la entrada en operaciones de la Línea 3 del tren subterráneo, que habría provocado un desequilibrio financiero en Subus.

Los otros $20,97 corresponden a un aumento de 3% en la flota operativa por sobre la capacidad base de la empresa, establecida en el último contrato con el Ministerio de Transportes.

Según indicó el director del DTPM, Fernando Saka, el aumento del pago ya fue visado por Contraloría y que se otorga luego que se llegara a la conclusión de que Subus vio mermada la cantidad de pasajeros tras la entrada en operaciones de la Línea 3.

No es primera vez que el Gobierno recurre a este mecanismo para compensar a las operadoras del Transantiago. El año pasado y a solo meses de dejar de operar, Alsacia vio elevado en $40 su pago por pasajero transportado, a modo de compensación porque las autoridades le quitaron algunos recorridos a dicha empresa.

Menor evasión, mayor déficit

Un estudio del año 2018 realizado por la consultora brasileña Projecto 34, señaló que “cuanto menor la evasión, mayor el costo para el sistema y, por lo tanto mayor el subsidio”.

Lo anterior después de que se analizara el Pago por Pasajero Transportado (PPT) en los contratos de las operadoras con el Ministerio de Transportes, estableciéndose que en algunos casos, ese PPT es mayor a las tarifas que pagan los usuarios. Esa condición se repetiría en el caso de los nuevos parámetros en el acuerdo con Subus.

Dado que la tarifa actual para los usuarios de los buses es de $700, por cada pasajero que valida su pasaje en Subus, el Estado perdería $17, aumentando así el millonario déficit del Transantiago.

Ante esto, Fernando Saka declaró que en los procesos de licitación que se están llevando adelante el PPT será “mucho más bajo”.

Recordar que según el último estudio de evasión, Subus es la empresa con más altos índices. En el trimestre julio-agosto-septiembre llegó al 43,5%.