El ciberacoso sufrido por Katherine Winter, junto al chantaje para que no terminara una relación, fueron parte de los hechos comentados por amigos y compañeros de colegio, que hablaron por primera vez luego del suicido de la adolescente.

Un reportaje de The Clinic, que reservó la identidad de los involucrados por tratarse de menores, recogió testimonios de cercanos a Katy o que compartieron con ella y vieron cómo su actitud alegre fue decayendo a medida que se incrementaban los rumores en su contra, sobre todo a través de redes sociales.

Un estudiante amigo, identificado como E, coincide junto a otros consultados en que una de las cosas que más aquejaba a la joven de 16 años era el temor a terminar una relación tóxica porque había sido amenazada con que sus “pack” (fotos íntimas) serían subidas a Instagram.

Para enfrentar eso habría pedido ayuda a la psicóloga de su colegio, el Nido de Águilas, y lo había comentado también con sus padres, quienes desde su muerte se han dedicado a explicar las graves consecuencias del ciberbullying.

La vida de Katy habría empezado a cambiar desde noviembre pasado, agravándose la situación en el verano, periodo donde habría comenzado a cortarse los brazos, al mismo tiempo que empezaba a barajar la opción de quitarse la vida.

“Ella estaba muy sola, muy mal. Las veces que me decía “me voy a matar”, siempre pensé que no… cuando se empezó a cortar me empecé a dar más cuenta. Ella decía ‘no aguanto más, no sé cómo salir de esto’, relató otro estudiante.

Las “confesiones” del Nido de Águilas

Pese a que en febrero quiso salirse de redes sociales, al igual que muchas personas que lo han intentado, volvió a ellas tras un par de semanas, ya que la mayoría de las interacciones sociales e invitaciones a fiestas de su colegio se hacen por Instagram, Snapchat y Facebook.

Pero las redes traían también consigo rumores y tratos despectivos, sobre todo en los grupos de “confesiones”, donde las jóvenes suelen ser tratadas de “putas” o “fáciles”.

En estos grupos, señalan los estudiantes, algunos alumnos “seniors“, como se les llama a los de cuarto medio, preguntan por “freshie“, alumnas de primer año. Estas dos “confesiones”, ejemplifican su tono y temática, donde incluso en una alguien se jacta de un abuso.

“#367 estoy necesitado, freshie más fácil?”

“#106 Confieso haberme aprovechado de una freshie inconsciente en mi cumpleaños. Hehehee (risa)”

Los últimos días, estas publicaciones comenzaron a nombrarla. Pero no sólo por internet era maltratada. “Ella me decía que algunas personas se reían de ella. Que la llamaban puta o perra, a sus espaldas y a veces cuando estaba cerca”, relató otro amigo.

El cuento que no debió pasar inadvertido

El 2 de mayo, sólo tres semanas antes de su muerte, Katherine escribió un cuento para la clase de Literatura que trataba sobre una adolescente que, atormentada por su expareja, decide quitarse la vida.

Es este mismo cuento el que despierta los cuestionamientos de sus padres, Evanyely Zamorano y Emanuel Pacheco, quienes no fueron alertados por el colegio, sino que se entearon de su existencia con la carta dejada por su hija al suicidarse, donde pedía que lo leyeran.

“El acoso por WhatsApp, Instagram, stories que se borran en 24 horas, en Snapchat en 12 horas. Esto tiene otra velocidad: está el ciber stalking, el revenge porn. Hemos descubierto todo un universo que no conocíamos de cosas que pueden pasarles a los jóvenes. Y hemos sentido: ‘Uh… si yo hubiera sabido un poquito de esto, hubiera podido acompañar mejor a Katy…"”, reflexionó Emanuel.

“Mokaii”

Los mensajes en uno de los grupos de confesiones comenzaron a tratarse de Katy y lo que habría ocurrido en una fiesta en “Mokaii Club”, discoteca en la Plaza San Enrique.

“Un Mokaii es lo mejor. Es el lugar donde hay bar abierto, donde pasa de todo. Se arrienda la disco, se hace una lista y hay que llevar una ID falsa para entrar. Miles de personas los hacen en el colegio. Es como una tradición que los seniors van por las freshies, las nuevas”, explicó E.

Pero la fiesta no terminó bien. De acuerdo a lo indagado por los padres, que coincide con el relato de quienes asistieron, esa noche Katy se habría besado con otro estudiante que se encontraba en una relación.

Ante eso, la hermana de la polola del involucrado, quien habría ocultado estar en una relación, le pegó una cachetada a ambos.

“Hola, te quería hablar sobre lo que pasó anoche. Tengo mucha pena y te pido perdón porque no sabía que estabas con XX y menos que tenías una relación. En verdad, me siento muy mal”.

Con estas palabras Katy se habría disculpado con la joven, de acuerdo al mensaje que le reenvió a la amiga que le aconsejó escribirle.

Tras un fin de semana con mensajes en su contra en redes sociales, el martes 22, recién a las 12:30 horas, desde el colegio llamaron a su madre para avisarle que no había ingresado al colegio. Tras esto, comenzó una búsqueda en que encontraron su carta de despedida.

“La carta decía: tengo que hacer esto porque me aburrí de ser siempre la culpable por cosas que no he hecho. Y también decía: ‘¿Qué pasó? Vean la página Millard Forso’. Entonces vi que dejó abierta en su computador la página de Facebook…”, comentó su padre.

Suicidio
Si necesitas ayuda psicológica especializada o conoces a alguien que la requiera, el Ministerio de Salud tiene un teléfono de ayuda atendida por profesionales todos los días del año y las 24 horas, marcando desde celulares el *4141. Además, puedes recurrir a Salud Responde en el 600 360 7777. Las personas sordas pueden recibir asistencia ingresando a este enlace.