Jhonatan Chávez y Cristián Romero, los dos ecuatorianos formalizados por el homicidio de Margarita Ancacoy y que fueron torturados en Santiago I, entregaron su testimonio respecto de la violencia recibida y exculparon al gendarme formalizado por los hechos.
Chávez y Romero quedaron en prisión preventiva tras apalear y dar muerte a la trabajadora en el barrio República, para robarle su cartera con $5 mil y un celular. Durante sus primeros días privados de libertad, fueron torturados por al menos cuatro de sus compañeros de módulo, quienes los raparon, golpearon y les aplicaron corriente.
El sargento Héctor Palma, a cargo de la unidad en el momento en que ocurrieron los hechos, fue formalizado al considerar que había permitido que los hechos antes descritos ocurrieran.
Sin embargo, los dos imputados por homicidio aseguraron que Palma les salvó la vida, esto en su declaración a la Oficina de Seguridad Interna de Gendarmería.
Tal como recoge La Tercera, Romero aseguró en su declaración que “traté de correr, pero lo único que sentía eran más golpes de puños, pies, objetos cayendo al piso, hasta que en ese momento apareció un gendarme y me ayudó a ponerme de pie y nos llevó hasta un lugar seguro; gracias a su ayuda logré salir vivo de esta situación“.
Por su parte, Chávez declaró que “después de varios minutos de agresiones, un interno nos dice que nos paráramos y corriéramos a la salida, por ello tratamos de correr, pero casi todos los internos nos siguieron y continuaban agrediéndonos, pero justo en ese momento llegó un funcionario de Gendarmería, quien nos retiró del patio, logrando terminar con la golpiza que estábamos recibiendo”.
“Cuando los internos nos ordenaron correr a la salida y mientras nos golpeaban, el funcionario de Gendarmería nos levantó y nos quitó de encima a los agresores. Gracias a él no sufrimos mayores lesiones”, agregó.
El testimonio de ambos coincide con una carta escrita por Héctor Palma a sus compañeros gendarmes, donde dijo que los mismos imputados le agradecieron por salvarles la vida.