“Más de alguna vez lo vi emprenderlas enfurecido contra el personal de aseo (de la Universidad Central) por el sólo hecho de estar uniformados. Yo lo entendía, tanto uniforme y enfado confunde a cualquiera. Sin embargo, también lo vi distinguir el verde ‘paco’ del azul esfuerzo, cuando Fuerzas Especiales ingresaban a nuestra universidad. Ahí el Negro sabía sin chistar a qué uniforme ladrar y a cual defender”.
El párrafo anterior corresponde a un extracto de la despedida oficial al Negro Matapacos, el emblemático perro que acompañaba a los universitarios a las marchas y se enfrentaba a Carabineros junto a los encapuchados.
Es que el domingo pasado se dio a conocer, a través de las redes sociales, el deceso del can que se transformó en un ícono de la lucha estudiantil en Chile durante el 2011.
“Matapacos” fue el nombre que recibió por violentar a los funcionarios de Fuerzas Especiales cada vez que estos se enfrentaban a estudiantes, especialmente de la Universidad Central, UTEM y Usach, los tres establecimientos educacionales que más acostumbraba deambular.
Si bien su origen siempre fue desconocido, el perro alcanzó gran popularidad en las redes sociales, llegando a tener casi 17 mil seguidores en su perfil de Facebook, donde se definía como “revolucionario innato, padre de 32 hijos (reconocidos) y marido de 6 señoras, amigo del pueblo y la peor pesadilla de la policía”.
A raíz de esto, el impacto de su muerte fue fuerte. Tanto que “Negro Matapacos” fue tendencia por varias horas del fin de semana en la red social de Twitter, donde sus seguidores aprovecharon la plataforma para despedirlo.
Es más, el animal fue protagonista de su propio documental, el que fue exhibido en el Festival Santo Tomás de Viña del Mar 2013. A partir de ahí, la popularidad del can se duplicó e incluso traspasó fronteras, pues en México fue destacado en un galería de perros “aliados del pueblo”.