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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Un inédito litigio por la propiedad de la plaza José Palma Barrera en Chiguayante enfrenta a un particular y a la Municipalidad de la comuna, con vecinos denunciando apropiación ilegal de un terreno que era una zona verde. El conflicto iniciado en agosto de 2024 cuando Andrés Salas Neira adquirió el terreno y lo cercó, desencadenando una disputa que llevó al entonces alcalde a retirar la cerca y reinstalar los juegos infantiles. Los residentes afirman que la plaza fue inscrita de forma ilegal por una persona que la vendió a una empresa, mientras el nuevo alcalde, Jorge Lozano, aguarda un fallo de la Corte Suprema por un recurso de protección presentado anteriormente. El abogado del actual dueño señala que presentarán acciones civiles y penales, negando las acusaciones de robo de la plaza, adquirida en 45 millones de pesos, con la posibilidad de venderla en mente.

Un inédito litigio por la propiedad de lo que hasta el año pasado era una plaza de Chiguayante enfrenta a un particular y a la Municipalidad de la mencionada comuna.

Los vecinos del sector Chiguayante Sur denuncian que un tercero se apropió ilegalmente del paño en los años 90 y esperan que el municipio defienda la única área verde de la población.

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Fue a mediados del año pasado cuando comenzó esta polémica por la plaza José Palma Barrera, de una extensión aproximada de 600 metros cuadrados.

En agosto de 2024, Andrés Salas Neira, vecino del sector Chiguayante Sur donde se ubica el área verde, adquirió el paño a una empresa de ingeniería, propietaria hasta entonces de la mitad de la plaza.

Tras tomar posesión del terreno, el nuevo dueño sacó los juegos y cercó los 300 metros cuadrados.

Sin embargo, tras escuchar a los residentes, el entonces alcalde Antonio Rivas presentó un recurso de protección, retiró la cerca y reinstaló los columpios.

“La plaza de la discordia”

La versión de los vecinos, entre ellos Margarita Palma, es que una persona a quien le permitieron en los años 90 instalarse con una verdulería en el sitio, de manera ilegal lo inscribió y lo vendió a la empresa que el año pasado lo puso en venta.

Es ahora el nuevo alcalde, Jorge Lozano, quien deberá hacer frente a este conflicto, adelantando que lo primero es esperar el fallo que la Corte Suprema debe emitir respecto del recurso de protección presentado por su antecesor, pero descartando que detrás de la venta original del sitio exista algo ilegal.

El abogado del particular dueño hoy del paño, Franklin Bustos, explicó que el recurso fue rechazado ya por la Corte de Apelaciones penquista, y que lo que ellos harán ahora es presentar acciones civiles, además de penales, pues su cliente fue acusado de robarse la plaza.

La propiedad fue adquirida por Andrés Salas en 45 millones de pesos y consultado sobre su intención con el paño dijo que una opción es venderlo.