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Una adolescente de 16 años de Coronel quedó postrada y sufriendo intensos dolores desde principios de noviembre luego de ser atendida en un SAR de la comuna, donde le habrían dañado el nervio ciático con una inyección en el muslo. La joven asistió al SAR Carlos Pinto Fierro por una parálisis facial y tras la inyección, su salud empeoró. A pesar de recibir morfina, los dolores persisten, obligándola a cerrar su año escolar anticipadamente. La familia ha manifestado su preocupación a las autoridades locales, y se ha iniciado una investigación interna en el recinto de salud para esclarecer los hechos. La familia tomará acciones legales y ha incurrido en grandes gastos debido a la presunta negligencia que dejó a la menor postrada.

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Una adolescente de 16 años de Coronel quedó postrada y soportando intensos dolores desde principios de noviembre tras ser atendida en un Servicio de Alta Resolución (SAR) de Coronel, región del Bío Bío.

En concreto, según acusa su familia, los problemas se desencadenaron porque le dañaron el nervio ciático con una inyección en su muslo.

Todo ocurrió el pasado 14 de noviembre, cuando la joven paciente asistió al SAR Carlos Pinto Fierro, ubicado en el sector Camilo Olavarría de la comuna.

En dicha ocasión, acudió a consultar por una posible parálisis facial, que en ese momento era evidente en su rostro.

Por esa razón el personal médico le suministró una inyección en su muslo. A partir de aquello, la familia de la adolescente acusa que le generaron un mayor problema. En concreto, aseguran que con la aguja de la jeringa le dañaron el nervio ciático.

Samuel Urra, tío de la menor de 16 años, aseguró que desde ese momento los dolores son insoportables para la paciente y que ni siquiera la morfina ha sido capaz de detener el sufrimiento.

“Ella fue inyectada mal. Lo cual le produjo estar postrada en cama, sin poder caminar, sin poder hacer su vida cotidiana”, remarcó. A raíz de todo lo anterior, la menor tuvo que cerrar su año escolar anticipadamente, pues no pudo seguir asistiendo a clases.

En medio de toda esa compleja situación, en ese entonces los padres decidieron llevarla nuevamente al SAR, donde fue derivada al Hospital de Coronel y luego al Hospital Regional de Concepción, donde obtuvo el alta médica de un neurólogo.

A través de diversas cartas, los concejales han manifestado la inquietud al alcalde Boris Chamorro. En tanto, la familia se entrevistó con la Dirección de Salud Municipal para ver qué se podía hacer respecto al caso.

Desde el recinto reconocieron la atención de la menor en el SAR y aseguraron que se instruyó una investigación interna para determinar si hubo o no una mala praxis que terminó con la menor postrada.

“Al momento que tuvimos el reclamo, iniciamos un sumario administrativo. Ya hay un fiscal asignado, quien está recabando antecedentes. Y esperamos sacar con celeridad esto, para poder establecer las eventuales responsabilidades de las personas que participaron en el hecho”, dijo Rodrigo Molina, director (s) de la salud municipal de Coronel.

El tío de la menor aseguró que iniciarán acciones legales tras lo ocurrido: “Estábamos pidiendo que nos ayudaran, lo cual no se ha hecho. Tuvimos contratar un abogado para tomar medidas legales. O sea, hacer una demanda a quienes corresponde”, contó.

Desde el municipio aseguraron que se ha puesto a disposición la ayuda psicológica y los exámenes que están dentro de la canasta disponible como servicio de salud municipal y los traslados necesarios.

Con todo, la familia aseguró que la menor todos los días sufre de dolores intensos y han incurrido en grandes gastos a raíz de lo que -según acusan- fue una negligencia que la dejó postrada.