El incendio forestal en Santa Juana a consumido aproximadamente 500 hectáreas y tres viviendas. La situación más compleja se registra en Curalí, donde la falta de agua y la sequía han cumplido un rol preponderante en la rápida propagación de las llamas.
Con temor y preocupación se mantiene los vecinos del sector La Cascada de Curalí, quien recibieron esta mañana la visita del alcalde Ángel Castro, quien constató en terreno la ardua función que cumplen las unidades de emergencia y brigadistas.
El escenario continúa siendo complejo, aseguró la autoridad comuna, quien proyecta temperatura hasta los 35º y vientos que agudizarían la propagación de los focos que se mantienen activos en los cerros de la localidad.
Fresia Oñate, vecina del sector, contó que ayer debió evacuar su vivienda ya que estaba muy próxima al siniestro. “Sacamos lo que más pudimos y nos fuimos”, afirmó.
Su mayor preocupación es que junto a ella vive un adulto mayor postrado, quien a requerido atención médica.
De igual forma, aseguró que “antes habíamos tenido focos, pero ahora fue violento, no sé si se es por la falta de agua o la sequía”.
Durante la mañana, comenzaron a llegar maquinaria pesada para hacer cortafuegos, labores que son ayudadas por los propios vecinos.
Otro vecino aseguró que la mayor dificultad ha sido la falta de agua, por lo que muchos han llenado sus piscinas para tener recurso disponible.
“Estamos haciendo lo que se puede, sacando el pasto que prende rápido. La escasez de agua a complicado el combate”, agregó.
Mismo escenario de colaboración se repite en el camino entre El Purgatorio y Diñico donde vecinos internados en el bosque realizan línea cortafuegos para evitar la propagación de las llamas.
“Necesitamos que traigan agua, ojalá que Bomberos lleguen”, pidió uno de los hombres que con sus propias herramientas se sumaba a las labores preventivas.