Por inconsistencias en declaración de desembarque de jurel, el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca) presentó 58 denuncias contra industrias pesqueras y se inició un proceso sancionatorio contra la empresa certificadora.
Ello luego que se advirtiera que algo no calzaba, ya que en los desembarques certificados de jurel, ante la ausencia de fiscalizadores de Sernapesca, aumentaba la presencia de caballa, y -al contrario- ante la presencia de inspectores, disminuía.
Ambos peces son muy parecidos, y bastó con una revisión de las bitácoras electrónicas de los pesqueros de alta mar para evidenciar que no había coincidencia con los documentos de las certificaciones de desembarques entregados por la empresa Intertek.
El subdirector subrogante de las Pesquerías, Daniel Molina, explicó que la caballa no tiene medidas administrativas y por lo tanto no está sujeta a restricciones de extracción.
Por ello, su excesiva declaración les permite a los armadores industriales prolongar artificialmente su cuota de jurel.
De aquí se derivaron 58 denuncias contra empresas pesqueras que se exponen, según lo determine el Tribunal, a multas entre 30 y 300 UTM, agregó Molina.
Y en el caso de la empresa certificadora se levantó el proceso sancionatorio, dado que son quienes deben dar garantías de que la información entregada sea verídica.
La pesquería del jurel tiene acceso restringido a nuevos operadores, con cuota global de captura y límite máximo por armador, y si bien no está en veda, tiene una talla mínima de extracción de 26 centímetros.
Lo anterior debido a que se trata de un recurso que hace poco salió de su condición de sobreexplotado para pasar a la categoría de plena explotación.
Para este año se establecieron 257 mil toneladas de captura del jurel para la macrozona que abarca desde Valparaíso a La Araucanía.
Hasta ahora el desembarque registra 216 mil toneladas, por lo que el saldo para el período restante es del 16%.
Por medio de un comunicado, la pesquera Blumar descartó haber entregado información falsa ni declarado recursos hidrobiológicos distintos a los capturados por sus naves, lo que -a su juicio- está corroborado por las empresas certificadoras dependientes de Sernapesca.
Además, en el escrito la compañía muestra su apoyo a la labor fiscalizadora de la institución.