Él pidió sólo una Biblia, pero recibió mucho, mucho más.
Los ancianos Don Pedro y su esposa Pascuala perdieron todo cuando el fuego de los incendios forestales alcanzó su hogar en el sector Monte Sinaí de Viña del Mar. Devastado, el hombre sólo pidió una Biblia a quienes llegaron a ayudar, pues perder la suya era “lo que más le dolía”.
Pero tras una campaña en Instagram, los jóvenes que llegaron a ayudarle consiguieron no sólo una, sino “como treinta” Biblias, así como comida, lentes, y hasta una casa para que pueda pasar el invierno.
Según relató en conversación con BioBioChile Elenna Mendes, una joven TENS viñamarina y ex bombera que encabezó la iniciativa al viralizar la historia de esta pareja, todo comenzó con una foto.
“El día martes, fui a ayudar a una amiga que vive en Monte Sinaí porque sus abuelos perdieron la casa, y estábamos todos trabajando ahí”, comenzó a relatar. Fue entonces que vio a Don Pedro “viendo las ruinas de lo que fue su casa, y quise ir a darle contención emocional”.
Entonces, le preguntó su nombre, y su historia. Ahí, Don Pedro le contó “que el día viernes había llegado el incendio y él no quería salir de su casa, así que salió cuando el fuego venía a diez metros, a la nada misma, porque él quería protegerla hasta el final. Y le pregunté qué onda por la ayuda y bueno, no tenía a nadie, por eso tampoco habían ido a sacar los escombros. Ya llevaban del viernes hasta el martes y nada”.
“Justo empezaron a llegar a sacar todo de a poquito para poder ir despejando el lugar, para ver qué se podía hacer, y ahí le pregunté, cuando ya me había hecho llorar un montón con todo lo que me contó, si podía sacarle una foto y subir su historia a las redes sociales”, narró.
Le tomó la fotografía, y publicó el relato. Entonces, el ‘milagro’ ocurrió: “Llegaron a comentarme muchas personas y amigos ‘Mira, le conseguimos un colchón’. ‘Mira, le conseguimos los lentes’, ‘le conseguimos la placa’. Empezaron de a poquito y era súper emocionante. Unas hermanas, dos de ellas en Chile y una que está en Canadá, se movieron por el tema de los lentes. Vino una odontóloga también a terreno a ver el tema de la placa. Y bueno, empezamos a recibir un montón de mensajes para ayudarlo, muchas ópticas, muchos odontólogos escribieron”.
Pero no se detuvo ahí la avalancha de ayuda.
“Llegué mi casa en la noche respondiendo muchos mensajes que habían llegado y me llama una amiga y me dice ‘¡oye, puedes pescar Instagram porque te está mandando un mensaje hace rato y tú no estás respondiendo!’ y me meto, quedé en shock. Primero alguien me decía que quería donarle una cocina, un refrigerador, pero obviamente no se puede recibir nada porque no hay casa. Y le explico todo esto y me dice ‘nosotros somos de Algarrobo y queremos con mi familia ayudar a un adulto mayor porque siento que va a llegar el el invierno, y puede que el gobierno todavía no ponga nada, y es necesario que un adulto mayor tenga sus cositas ahora para no pasar frío, ni enfermarse más. Les va a costar más reponerse a todo esto’.
Entonces, la sorpresa: “así que me dice ‘Nosotros le donamos una casa prefabricada’. Ahí lloré yo, lloró mi amiga lloró mi mamá, lloramos todos”.
“Preparamos toda la sorpresa, y no dormí toda esa noche pensando en cómo le iba a explicar todo esto para no darle un susto y que terminara enfermándose o algo”, admitió. “Llegamos al día siguiente con un grupo de amigas y llegó él muy temprano y nos decía ‘pucha, bueno, Dios me lo quitó, pero veamos si es que logramos parar una media agüita o lo que sea, no sé’. Nosotras ahí picando el suelo, y nos decía ‘no, la baldosa no, porque quiero rescatarla’ y nosotros ‘no, pero es que a lo mejor Dios lo escuchó y le va a mandar ayuda’ y él ahí ‘no, deje la baldosa’, hasta que llegó su esposa”.
Sólo entonces abordaron la delicada revelación ante la pareja: “Los juntamos a los dos, y les quisimos contar la historia. Fuimos de a poquito, que le habíamos conseguido la óptica, que le habíamos conseguido la placa, que habían mandado ayuda, que nos contactaron de otras regiones, que nos contactaron de Alemania, de Canadá, de Estados Unidos, de todos lados para saber de él, y le contamos que teníamos la casa prefabricada. Ya ahí lloramos todos, lloramos personas que no nos conocíamos, y hay personas que han comentado de todos lados que lloraron mucho con el video”.
Don Pedro no tenía familia, pero ahora “ya nos adoptó a todos y todos somos sus nietos. Y de hecho, una vez que esté todo esto listo, quiero invitar a todas esas personas que ayudaron a tomar té con don Pedro”. Tras la notica, “amaneció súper contento. De hecho llegué, salió a darle las gracias a Dios porque es súper creyente, y andaba todo contento ahí hablándome. Lo grabé un poquito incluso para después subirlo, para mostrarle a la gente cómo había estado”.
No se quedará ahí
Elenna ahora espera seguir ayudando a adultos mayores afectados por la catástrofe.
“Yo habilité mi cuenta para inicialmente comprarle cosas a Don Pedro, pero como se ha masificado esto mucho y ha llegado mucha ayuda, muchas donaciones. Quisimos ir más allá y empezar a ayudar a todo el sector de Monte Sinaí”, expuso. “De hecho, anoche se me ocurrió hacer una convocatoria para este fin de semana a todas las personas que puedan venir a ayudar al sector”.
Así, explica que “vamos a ayudar en todo el cerro; si pueden y tienen herramientas, que traigan. Sino, con las manos basta y sobra”. Asimismo, acota que “la ayuda no solamente está en terreno. Bueno, ojalá que sea en terreno porque lo necesitamos, pero la ayuda también está en los que comparten la información, en los que mandan sus buenas vibras. Si están en regiones y no tienen como mandar ayuda y pueden donar también se recibe a todas las cuentas de todos los damnificados”.
“También me han escrito ‘Mira, sabes que hay un abuelito en el Olivar, hay otra abuelita en el sector El Salto, podrías ir a verla para generar esta ayuda’, así que mi plan es ese”, adelanta.
“Yo sé que estamos todos siniestrados, pero pucha, los abuelitos son los que más están sufriendo por el hecho de que tampoco pueden volver a trabajar, pues no tienen la fuerza ni la energía como nosotros los jóvenes. Entonces El plan es ir a ayudar a todos los abuelitos. A don Pedro ya lo tenemos casi listo, ya están como reyes, pero hay muchos más Don Pedro, hay muchas más señoras Pascuala”.
Cabe recordar que se debe revisar la legitimidad de las campañas realizadas en redes sociales antes de efectuar alguna donación.
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