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Alza de consultas médicas y clases suspendidas por síntomas asociadas a contaminación, es lo que deben vivir los habitantes de Quintero y Puchuncaví. Cinco años han pasado desde que se registró el primer caso, cambiando la cotidianidad de sus habitantes y la realidad actual no es muy diferente. Vecinos y organizaciones están cansados, la bahía no resiste más daño ambiental.
Este 21 de agosto se cumplen cinco años del primer episodio crítico ambiental en Quintero y Puhuncaví, que marcó un antes y un después en los habitantes de la zona, quienes por años se han visto afectados por diversos eventos de contaminación, los cuales desde aquel fatídico día no han cesado en el cordón industrial.
Cabe destacar que este episodio provocó en aquel momento casi 1.800 consultas por personas que presentaron síntomas de intoxicación, como vómitos, mareos y dolores de cabeza.
Y también produjo una arista judicial, la cual tras cinco años de investigación trajo como consecuencia que tres ejecutivos de la empresa Enap fueran declarados culpables por el delito de importación sin autorización de residuos peligrosos en el denominado caso Crudo Iraní, que provocó emergencias en agosto de 2018 en Talcahuano y posteriormente en Quintero y Puchuncaví.
Cinco años de inacción
Cumplidos cinco años, la presidenta del Consejo Consultivo del Hospital Adriana Cousiño de Quintero, María Araya, cuestionó las acciones que se han tomado, debido a que los episodios de contaminación continúan.
Por su parte, el vicepresidente de la Red Infancia Chile ONG, Jorge Cerda, apunta que el panorama no mejora y que las distintas autoridades no se han hecho responsables.
Rol de empresas de cordón industrial
Algo en lo que concuerda la presidenta del Colegio de Profesores comunal de Quintero, Isabel Cartagena, quien emplazó a las empresas que se encuentran en el cordón industrial y dijo que no existen ganas ni interés en mejorar esta situación.
A su vez, el concejal de Puchuncaví, Ricardo Quero, realizó un llamado a las empresas ubicadas en la bahía a que mejoren sus procesos y la infraestructura, con el objetivo de evitar nuevos episodios de contaminación.
Asimismo, la vocera de la organización Mujeres en Zona de Sacrificio en Resistencia (Muzosare), Katta Alonso, recalcó que es fundamental que se cumpla el fallo que la Corte Suprema dictó en mayo del 2019.
El descontento de la comunidad se intensifica si se tiene en consideración que pese a las acciones que han tomado las autoridades y organismos, la crisis ambiental no se ha detenido y los eventos de contaminación continúan en una zona que ya no resiste más.
