El dueño de la casa donde se realizaron fiestas clandestinas para Año Nuevo en Cachagua confirmó acciones legales contra sus arrendatarios y relató el estado en que quedó la casa tras las celebraciones.
“La casa quedó un espanto (…) había vómito por todos lados”, dijo Gabriel Biggs a 24 Horas.
Gabriel arrendó su vivienda en Aguas Claras Sur al piloto de Rally Samuel Israel, para las celebraciones de fin de año, sin embargo, no sabía que finalmente sería usada para fiestas clandestinas, motivo por el cual presentará una querella.
Según dijo Biggs, se realizaron dos fiestas clandestinas, las que contaron con cerca de 200 personas.
“La casa quedó un espanto. Había tanto vómito por toda la casa que tuvieron que entrar tres personas a limpiar, a sanitizar”, contó Gabriel al medio.
Una de las fiestas se registró el 31 de diciembre y la otra el 2 de enero. En las cámaras de seguridad se aprecia cómo fue llegando una gran cantidad de asistentes.
El arrendatario agregó que en el contrato se contemplaban siete personas que asistirían a la vivienda y que debían respetar todas las medidas por covid-19. Tras enterarse de las fiestas, inmediatamente llamó a Israel y él le habría dicho que nunca hubo tanta gente y que lo más probable es que que los vecinos se confundieran, ya que se registraron otras dos fiestas más.
La persona que hizo el check in y check out de la casa dijo que “no sobrevivió ni un vaso (…) todo lo que pudo haber servido para alcohol terminó roto”, indicó Biggs.
El Gobierno se querelló contra Israel y quienes resulten responsables por las fiestas registradas en la zona.
Por la fiesta clandestina hay 41 personas contagiadas y cerca de 100 contactos estrechos.
“Voy a tomar acciones legales porque no quiero que esto se repita más”, agregó Gabriel, quien enfatizó en que se vulneraron sus derechos y los de sus vecinos.