Parece paradójico, pero es así: las playas de Isla de Pascua son las que reciben más plástico, a pesar de ser la única comuna a nivel nacional que cuenta con un plan de manejo de basuras en las costas, lo que demuestra la preocupación de sus habitantes con el tema.
Rapa Nui recibe estos residuos gracias a las corrientes marinas que vienen desde el continente, donde el tercer informe del “Muestreo Nacional de Basura en las Playas” indicó que un 75,31% de la basura retirada en la línea costera corresponde a algún tipo de plástico, lo que supera enormemente el promedio del país, que en el peor de los casos alcanza un 50% en este tipo de basura.
Este informe, realizado por el programa “Científicos de la Basura”, fundado por investigadores de la Universidad Católica del Norte, también alerta sobre un aumento sostenido en la cantidad de basura en las playas y del crecimiento del plástico en la composición de ésta, en comparación con los estudios anteriores.
Iniciativas como la prohibición del uso de bolsas plásticas en el país pueden ayudar a reducir la contaminación de los océanos, pero esto debe ser apoyado por medidas que provengan tanto de las industrias como de los mismos consumidores.
Es por esto que iniciativas como “Race For Water” son tan importantes e incluyen una escala en la isla, pues proponen un sistema para transformar el plástico en una fuente de energía, lo que lograría detener el vertido de plástico en el océano, pues diversos estudios señalan que si se mantiene su ritmo actual, se logrará que el plástico iguale el peso de todos los peces en el mar en 2050.
Es por eso que las próximas escalas de la embarcación de Race for Water serán en Juan Fernández e Isla de Pascua, con lo que lograrán convertirlas en parte importante de su labor educativa y activismo medioambiental, en este viaje de cinco años a lo ancho del globo.