Un colegio de la comuna de Pozo Almonte, adaptó una de sus aulas con cubículos de plástico para probar una forma segura de retornar a las clases presenciales, aunque afirman que el experimento no dio resultado.
Según consigna La Tercera, el Colegio Academia Pozo Almonte compró materiales y elaboró cubículos a base de tubos de PVC, protegidos con láminas de plástico y separados a un metro de distancia.
La iniciativa fue tomada en respuesta al anuncio del Ministerio de Educación de volver a las clases presenciales, en forma gradual, durante mayo.
La sostenedora del colegio, Miriam Cabalín, indicó al medio que “lo que hicimos con las mesas, fue un invento. Compramos material para ver qué tan efectivo era, y la verdad es que esto no será efectivo bajo ningún punto de vista”.
“Esto sería cómo quedaría la sala en caso de que el Estado obligue a nuestros niños a volver a clases. Es algo que hicimos tratando de buscar una forma, pero no lo vamos a utilizar”, añadió.
Una de las aristas cuestionadas sobre la vuelta a clases presenciales es la cantidad de estudiantes por sala, que en un gran número de establecimientos bordea o supera las 40 personas. Esto también fue considerado en el experimento del Colegio Academia Pozo Almonte.
La sostenedora del recinto afirmó que antes de la crisis tenían a 36 alumnos por sala, en cambio, con el ejercicio, sólo cabrían 14 de ellos.
“Estamos bien desesperados de ver cómo protegemos a los niños, pero el regreso a clases es algo bien utópico”, explicó Cabalín.
“Acá la gente no tiene internet ni computadores, con suerte tienen celular. Hemos hecho hartos intentos, vimos la forma de poner casetas en las salas, pero ¿cómo se va a dirigir el profesor al niño? Este es un experimento que hicimos, pero que no dio resultados”, concluyó.