Este sábado, a la pena de presidio perpetuo más otros 15 años de cárcel fue sentenciado el teólogo acusado de crear una red de delitos sexuales y pornografía infantil que mantuvo como víctima a su hijastra (8), ilícitos ocurridos en Chillán, región del Ñuble, en una causa que deja al menos 14 condenados.
En detalle, penas de presidio perpetuo por violaciones y abusos sexuales reiterados más otros 15 años de presidio por almacenamiento y producción de material pornográfico infantil obtuvo la Fiscalía de Chillán en contra de M.A.O.B, el principal imputado en una red de esta naturaleza que tuvo como víctima a la menor, quien sufrió estos delitos desde los 8 años y durante una década en la capital de la región del Ñuble.
Otros cuatro acusados también fueron condenados en juicio oral (detalle de penas más abajo), a los que se suman 9 imputados ya condenados en procedimientos abreviados a penas que suman 5 años de presido para cada uno.
Además del condenado principal, el Tribunal Oral en lo Penal de Chillán dictaminó esta tarde que J.C.C.R deberá cumplir 17 años de presidio por violaciones reiteradas, y otros 5 años y un día por producción de material pornográfico infantil.
En el caso de A.A.M.C. fue condenado a 15 años de presidio por las violaciones reiteradas, y a 5 años y un día de presidio por la producción de material pornográfico infantil.
M.E.I.C., en tanto, fue condenado a 5 años y un día por una violación, y 3 años y un día por producción de material pornográfico infantil.
Por último, C.E.P.F, recibió una pena de 7 años de presidio por estupro reiterado y 4 años de presidio por producción de material pornográfico infantil.
La investigación: teólogo violó a la víctima y contactó a otros para el mismo fin
“El trabajo que se realizó por la unidad de delitos sexuales de la Fiscalía Regional y de la Brigada de Delitos Sexuales (Brisex) de la PDI fue muy intenso, profesional y acucioso, pues se analizaron más de 16 mil imágenes y 134 videos de connotación sexual, más de 600 conversaciones por redes sociales, más de 60 días de interceptaciones telefónicas y múltiples declaraciones para obtener la condena de todos estos imputados”, explicó el fiscal Richard Urra.
De acuerdo con los antecedentes, y tal como lo reveló la Unidad de Investigación de BioBioChile (BBCL Investiga), el acusado principal violó y abusó sexualmente de la víctima y, además, era quien contactaba a los otros acusados para que cometieran los actos de relevancia y significación sexual contra la joven.
Este condenado llegó a la vida de la niña como profesor particular, luego fue pareja de la madre de ésta y desde pequeña fue influyendo en ella para someterla a los vejámenes sexuales, desplegando acciones para hechizarla y mantener en secreto los hechos hasta incapacitarla psicológicamente para oponerse a éstos.
“Es importante destacar que el tribunal acogió la circunstancia comisiva que planteó la Fiscalía, esto es que la víctima estaba incapacitada para oponer resistencia, pero ésta no era una incapacidad física, sino que psicológica”, destacó el fiscal.
Asimismo, subrayó que precisamente “la teoría que planteamos es que el imputado principal, al llegar a temprana edad a la vida de la víctima, cuando ella tenía 8 años, la empieza a programar para que entendiese que las conductas a las cuales fue expuesta eran normales y fue así que logró aprovecharse, tanto él como los otros condenados, de esa programación que generó en la víctima”.
Según resaltó el Ministerio Público, la joven cuenta con apoyo y contención psicológica de la Unidad de Atención a Víctima y Testigos de la Fiscalía Regional para su proceso de reparación.