El ministro en visita extraordinaria para causas por Violaciones a los Derechos Humanos de las jurisdicciones de Concepción y Chillán, Carlos Aldana Fuentes, sostuvo una reunión virtual con familiares de Juan Mauricio Poblete Tropa, quien hasta ahora figuraba como detenido desaparecido.
En el encuentro, el ministro Aldana, acompañado por profesionales del Servicio Médico Legal y abogados de la Oficina de Derechos Humanos del tribunal de alzada penquista, informó a los familiares de Poblete Tropa los resultados de una serie de informes periciales y de laboratorio desarrollados en Chile y Austria, que corroboraron que parte de las osamentas encontradas pertenecían al desaparecido en dictadura.
En la reunión, el ministro Aldana les dijo a los familiares que pueden retirar y disponer de los restos de Juan Mauricio Poblete Tropa para realizar su funeral.
En tanto, los familiares presentes a través Zoom, le agradecieron al ministro en visita el compromiso que ha demostrado para lograr el esclarecimiento de los hechos. Así lo manifestó María Cristina Poblete Tropa, hermana de la víctima.
Desde 1990, cuando fueron encontradas las osamentas, hubo sospechas de que se tratara de otros detenidos, entre ellos Arturo Prat Martí y José Gregorio Retamal. Por eso, la abogada Patricia Parra destacó la importancia de los resultados de los peritajes tanto para sus representados, parientes de Poblete Tropa, como para las otras familias.
En el proceso abierto por la desaparición de Poblete Tropa, el ministro Aldana encausó al general en retiro de Carabineros Patricio Jeldres Rodríguez, en calidad de autor directo del delito de secuestro, ilícito perpetrado a partir del 23 de septiembre de 1973, en la ciudad de Chillán.
Tras la individualización de los resto, la carátula de la causa pasará a homicidio calificado.
De acuerdo a los antecedentes recopilados en la carpeta investigativa, el ministro Aldana logró determinar que alrededor de las 23:45 horas del 23 de septiembre de 1973, Juan Poblete se encontraba durmiendo en el domicilio de sus padres, hasta donde arribó un piquete de carabineros, dirigidos por el entonces teniente Jeldres Rodríguez, quienes procedieron a sacarlo violentamente de la vivienda, sin orden judicial o administrativa, para trasladarlo hasta la Segunda Comisaría de Carabineros de Chillán, lugar donde lo habrían golpeado.
Posteriormente, el 27 de septiembre, fue visto por su madre en momentos en que era subido a un furgón, perdiéndose desde entonces su rastro y destino, hasta que su progenitora recibió algunos artículos personales de su hijo, que fueron retirados de un cuerpo decapitado que yacía junto a otro cadáver en las cercanías del puente “El Ala”, el 24 de diciembre de 1973.