Un scooter eléctrico apareció colgado en un poste del alumbrado público en Valdivia, a una semana de la puesta en uso de los dispositivos.
Desde unos 5 metros de altura debió ser recuperado uno de los 100 scooter eléctricos, que desde el pasado lunes están a disposición para el uso de la comunidad, como alternativa de micromovilidad.
El country manager de la empresa FROG, Gastón Fiegoo, compañía que trajo los dispositivos a la capital regional, indicó que este es el segundo scooter que aparece violentado, luego que otro fuera destrozado en la parte superior, donde se escanea el código QR para comenzar a utilizarlo.
Para Fiegoo, estos eventos forman parte de las tres etapas en la instalación de estos dispositivos para su uso: primero, algunos empiezan a desaparecer; otros, a sufrir daños que podría ser la actual, para luego llegar al de convivencia o aceptación.
Asimismo aseguró que ante situaciones anómalas, se ha alertado a Carabineros. De todas formas, el representante hizo un balance positivo en esta primera semana en Valdivia.
Por el momento, los scooters eléctricos tienen un uso recreativo, siendo utilizados por un usuario entre 40 y 50 kilómetros, que es el recorrido en que termina la autonomía del dispositivo.
El cobro comienza a operar desde el miércoles 17 de abril, partiendo con 400 pesos al momento de activar el scooter con el código QR; y luego, 100 pesos por cada minuto de uso. Según Fiegoo, después de esto debería haber un antes y un después en la utilización de estos bullados aparatos.