El alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes, se abrió a la posibilidad de que el municipio compre la emblemática “Casa Ebel”, que se encuentra en estado de abandono por parte de sus propietarios y que lentamente se suma a la pérdida del patrimonio arquitectónico de la ciudad.
En el Plan Regulador Comunal de la comuna, la Casa Ebel figura como un Inmueble de Conservación Histórica de categoría A1. Esto quiere decir que no se le pueden hacer remodelaciones que alteren su estilo arquitectónico, pero sí trabajos para mantener y proteger su valor patrimonial.
Fue durante la firma del convenio por el Barrio Puerto, que el jefe comunal se abrió a la posibilidad de que la casa edilicia adquiera la vivienda, considerando que podrían optar a ayudas estatales.
Este inmueble, ubicado en Balmaceda esquina Benavente, data del año 1932 y lleva varios años desocupada y en mal estado. El historiador Pablo Fábrega destaca la importancia de la vivienda y su historia.
Pese a esto, las noticias sobre la Casa Ebel generalmente son negativas: hace unos años se supo que desvalijadores vendían partes de la vivienda, como ventanas y puertas, a través de Facebook.
También, la familia intentó cambiarla de lugar para vender el terreno a un supermercado, lo que fue impedido por las autoridades.
Hoy, es ocupada por personas que aprovechan el descuido y abandono de sus propietarios para permanecer allí, con riesgo para su integridad.
Fábrega agrega que en 2014, el municipio intentó comprarla, pero no se llegó a acuerdo económico con la familia Ebel.
Durante los últimos años, el patrimonio arquitectónico de la comuna se ha visto reducido, producto de la desidia de los propietarios, los incendios o el avance de las inmobiliarias.