Vecinos de Castro piden que se les escuche cuando se redactan ordenanzas municipales, esto tras la polémica última regulación que sanciona hasta los predicadores evangélicos.
Polémica e incomodidad causa en la capital de Chiloé la normativa número 39 con fecha de 12 de noviembre, donde se sanciona la producción de ruidos en espacios públicos.
En específico, el documento dice que “está prohibido el uso de difusores, amplificadores, altoparlantes o cualquier instrumento para la reproducción de música, pregón o mercaderías, proclamas comerciales o religiosas”.
A a su vez, el mismo agrega que no se pueden usar las alarmas para prevenir robos que suenen por más de 5 o 10 minutos e incluso los trabajos en vía pública a excepción de los autorizados por la Municipalidad o algún organismo de estado.
Cataldo Martinez, dirigente vecinal, dijo que ya no se tienen que tomar decisiones encerrados en cuatro paredes.
Además, el vecino añadió que las ordenanzas llegan a llenar un vacío en la comuna, pero que no solucionan los problemas, pidiendo control para -por ejemplo- vehículos con escape libre.
Paola Domich, presidenta de la Junta de Vecinos Villa Los Colonos, comentó que en la casa consistorial de la comuna mezclaron sus requerimientos.
Con los primeros reclamos, el alcalde de Castro Juan Vera, aseguró -vía Twitter- que nunca han tenido la intención de reprimir expresiones religiosas, expresando además que tampoco se busca pasar por sobre la libertad de culto.
Por lo mismo, apuntó que se modificará la polémica ordenanza número 39 en las próximas semanas.