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Osorno es la segunda ciudad más importante de la región de Los Lagos. De hecho, es la capital de la provincia que lleva su nombre. En la zona, todo gira en torno a la ganadería, ya sea para el consumo de carne o la producción lechera.
Lo anterior se refleja incluso en sus calles, donde, sin recorrer grandes tramos, es posible encontrar diversas estatuas de vacunos en el sector céntrico: algunas pintadas de colores por artistas locales, una vaca lechera acompañada de dos terneros o bien el imponente toro que adorna una de las esquinas de la plaza de armas.
De hecho, en verano se lleva a cabo uno de los festivales más famosos del sur del país: el festival de la “leche y la carne”, instancia que hasta hace un par de años reunía a lo más selecto de la farándula chilena.
Sin embargo, por nada de esto Osorno hizo noticia durante los últimos días.
Lo que parecía ser la tranquila mañana del jueves 11 de julio, a eso de las 10:00 horas se vio alterada por un inusual anuncio: el suministro de agua potable sería suspendido por 24 horas, debido a una eventual contaminación con combustible.
Durante gran parte de ese jueves, ni la empresa sanitaria a cargo del servicio, Essal, ni el Gobierno sabían mayores antecedentes de lo ocurrido. De todas maneras se trataba de algo grave, considerando que Osorno cuenta con cerca de 180 mil habitantes.
De esta forma, ese mismo día rápidamente se inició un Comité Operativo de Emergencia (COE), que no contó con la presencia del jefe regional, Harry Jürgensen, sino que fue encabezada por el gobernador(s) de la provincia, Alex Meeder.
En tanto, desde el mediodía, el municipio local suspendió las clases al no contar con agua potable y muchos trabajadores fueron enviados a sus casas por este mismo motivo.
La promesa de Essal era que a las 10:00 horas del viernes el suministro sería devuelto a la normalidad. Sin embargo, en ese entonces la empresa aseguraba estar realizando las indagatorias para saber qué había ocurrido realmente.
Las horas pasaban y rápidamente el agua embotellada comenzaba a agotarse en los diversos supermercados de la comuna.
Por su parte, la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), luego de que Essal reportara la emergencia, envió a un funcionario para fiscalizar la situación con el fin de investigar los hechos que derivaron en la contaminación y supervisar el suministro alternativo que tiene que proveer la empresa de forma obligatoria.
Tras los primeros COE de ese día, finalmente se tuvo algo de claridad respecto a lo ocurrido.
El gobernador (s) Alex Meeder indicó que la situación se originó por el derrame de combustible en un camino de tierra. En primera instancia se indicó que 800 litros de petróleo cayeron en un camino de tierra y que las lluvias habían arrastrado el combustible al río Rahue, lo que finalmente llegó al colector de Essal, afectando al filtro de la empresa.
Pero más adelante, la Superintendencia de Electricidad y Combustible en Los Lagos entregó un dato aún más desalentador: fueron 1.100 litros de combustible destinados al funcionamiento de un generador que se filtraron en el proceso de captación de la sanitaria en Osorno.
Tomando en cuenta el panorama, la tarde del jueves se abrió parcialmente el suministro entre las 19:00 y 21:00 horas, para que las personas pudieran recolectar agua en sus hogares.
Dicha medida se repitió durante la mañana de ese viernes (12 de julio) entre las 06:00 y 08:00 horas en el sector de Rahue Bajo y el oriente de Osorno (Francke, Ovejería Bajo y Las Quemas, entre otros).
Sin embargo, la autoridad subrayó que el servicio sólo permitiría abastecerse y acumular agua, pero no sería posible tomar duchas debido a la baja presión del suministro. Pero, en todo caso, estas “ventanas” de suministro no funcionaron como se esperaba.
Sin ser un experto en la materia, no era muy difícil concluir que debido a la cantidad de combustible presente en el filtro de Essal, sería muy complejo -casi imposible- que la ciudad contara con agua potable a las 10:00 horas, tal como había asegurado la empresa en un primer momento.
¿Dónde está el intendente?
Mientras la comuna pasaba las primeras 24 horas sin agua, el gobernador (s) de Osorno, Alex Meeder, quedó a cargo de liderar la situación en los COE. En tanto, el intendente Harry Jürgensen se encontraba a 90 kilómetros al sur de la ciudad, específicamente de visita en la comuna de Fresia, en el marco de sus labores como jefe regional.
De todas formas, y como ya son comunes sus salidas de libreto, Jürgensen, desde Fresia, dio a conocer que la filtración del petróleo se habría provocado por un error humano; es decir, por un funcionario que se encontraba en horas de la noche en la planta de Essal en Caipulli.
Ese día el intendente no participó del COE.
Viernes: caos, atrasos y molestia
Pasar 24 horas sin agua potable -ya que en algunos sectores las ventanas anunciadas por Essal no funcionaron- o bien concurrir cargados con botellas y bidones hasta un punto de abastecimiento, sin dudas genera molestias. Ni hablar de cómo se ve alterada la vida cotidiana, al no poder acceder a duchas, cocinar, realizar tareas domésticas o incluso utilizar el baño.
Por otro lado, están las consecuencias que esto trae a pequeños comerciantes dedicados al mundo gastronómico. O bien a casi todo el comercio.
No obstante, los habitantes de la comuna de Osorno comprendieron que se trataba de una situación excepcional y grave, ya que se trataba de agua contaminada.
Pasada la medianoche del viernes, en conversación con Radio Bío Bío, el superintendente de Servicios Sanitarios (s), Jorge Rivas, indicó que “lamentablemente no he logrado reunirme con los responsables directos de Essal para conocer en detalle la hora en la que podría haber restitución de servicios”.
Como era de esperar, a medida que la mañana del viernes avanzaba, los ánimos comenzaron a sulfurarse en la población, por la insuficiente entrega de agua en los puntos de distribución, que incluso comenzó a provocar disputas y tensas situaciones entre los habitantes, a fin de conseguir un poco de agua.
A esa altura, los camiones y estanques dispuestos por Essal eran incapaces de dar una solución eficiente a la ciudadanía. Desde el municipio local se sumaron a los esfuerzos con estanques de más de 5.000 litros.
Diversas comunas de la provincia también comenzaron a enviar camiones aljibes y agua embotellada, entre otras cosas.
Las compañías de bomberos adoptaron un plan de emergencia que consistía en sacar agua directamente del río Rahue, para atender eventuales incendios.
El Hospital Base San José de Osorno aseguró estar preparado ante la contingencia. Pero a medida que el corte de agua se extendía, pasadas las 17:00 horas del caótico viernes, el centro asistencial se vio obligado a suspender la atención regular de pacientes, y anunció que sólo mantendrían la UCI y UTI.
¿Dónde está el intendente? Parte II
Frente a la gravedad de la situación, todos esperaban que ese viernes el intendente cancelara el resto de sus actividades programadas. Sin embargo, a primera hora de esa jornada, Harry Jürgensen, figuraba instalado en la reunión de la Macro Zona Sur encabezada por el ministro Andrés Chadwick en Valdivia.
Según se dio a conocer, el jefe de la cartera del Interior, casi de manera inmediata, ordenó al intendente retornar a Osorno para atender la crisis por contaminación del agua y así encabezar las coordinaciones en el Comité Operativo de Emergencia (COE) y visitar los principales puntos afectados donde se registró el derrame de hidrocarburos.
De esta manera, Jürgensen llegó a la comuna afectada, donde “golpeó la mesa” y exigió una fecha de reposición de agua potable en Osorno.
De ahí en adelante los COE fueron encabezados por el jefe regional.
El sábado, por orden del Ejecutivo, los subsecretarios de Obras Públicas, Lucas Palacios, y la subsecretaria de Salud, Paula Daza, viajaron hasta Osorno para conocer en terreno la situación.
Con las autoridades en la zona, a Essal se le dio como plazo hasta el martes para normalizar el servicio de agua potable.
En tanto, Daza decretó Alerta Sanitaria para Osorno por la grave situación.
El desastroso actuar de Essal: daño al río Rahue e información “omitida” a las autoridades
Tema aparte es hablar del mal manejo de la empresa Essal durante la emergencia. En primer momento dio a conocer que la contaminación se había generado durante horas de la mañana del jueves. Lo cierto es que el incidente se registró en la tarde-noche del miércoles.
Por otro lado, la empresa había asegurado que el suministro se repondría el viernes a eso de las 10:00 horas, lo que no ocurrió.
En primera instancia desde la empresa sostuvieron que se trató de la caída de 800 litros de petróleo a uno de los estanques. Horas más tarde esta cifra fue corregida por el SISS, ya que en realidad fueron 1.100 litros de combustible los que contaminaron las instalaciones.
Por un lado, la empresa bajaba el perfil a la situación e indicaba que el agua que se proporcionaba en las ventanas era potable, mientras que por otro lado el Minsal llamaba a utilizarla sólo para los baños y no su consumo.
Si hasta ahí todo parecía bastante mal, lo que se dio a conocer el sábado parecía de no creer. Con cierto grado de molestia, el sábado en la mañana las autoridades indicaron que la empresa les había ocultado que parte del combustible había llegado al río Rahue.
O sea, no sólo se debía atender la emergencia por falta de agua, sino que además ahora se tenía que cuantificar el daño a la flora, fauna y caudal.
El subsecretario de Obras Públicas, Lucas Palacios, reconoció que esta nueva contaminación era algo que “no conocía”, recalcando que “la empresa Essal es la responsable de informar oportunamente a la población cuando ocurre una situación de emergencia, lo cual no hizo en forma oportuna como corresponde”.
A modo de resumen, y tras normalizar parte del servicio en la zona, desde Essal aseguraron nuevamente que el suministro era totalmente apto para consumo, pero auditores reportaron a Radio Bío Bío que el agua salía de color azul.
Esto se repitió en diversos sectores y al menos hasta el día jueves 18 la empresa no había logrado explicar de qué se trataba.
El fracaso del retro lavado, el plan B y alerta
Tras la emergencia, la empresa concentró los esfuerzos en realizar el retrolavado de los estanques a fin de limpiar los enormes filtros de la sanitaria.
Sin embargo, estas labores se extendieron por 24 horas. Pero esto no estaba funcionando, tal como reconocería más tarde el intendente, por lo que se pasó al plan B: el cambio de los filtros.
Para esto, 6 camiones viajaron con los materiales desde la región Metropolitana, llegando los primeros en horas del sábado a la zona.
De esta manera, los días posteriores se centraron en el recambio de la instalación encargada de filtrar el agua.
Presidente viaja a la zona y agua apta para consumo
Recién el sábado, los actores políticos enviaban, mediante redes sociales, palabras de solidaridad para los habitantes de la zona y apuntaban sus dardos a la empresa responsable: Essal.
Tal es el caso de la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, quien mediante su cuenta de Twitter dijo entender la molestia de los habitantes de la comuna, tras el masivo corte de agua que se extendía y las dificultades que esto acarreaba.
Además, la personera aseguró, tomando en cuenta la gravedad del hecho, que como Gobierno se encargarían de que la empresa responsable, Essal, recibiese las multas correspondientes y que además modernizara la seguridad y sus protocolos.
A esa altura, los habitantes de Osorno exigían la presencia del Presidente. Algunos criticaban que el mandatario hubiese tenido tiempo para ir a ver un eclipse en Coquimbo hace unas semanas, pero no para viajar a la zona por el extenso corte de agua, que ya se extendía por cuatro días y que según cifras del Minsal afectaba a 180 mil personas.
Finalmente el presidente Sebastián Piñera se refirió el sábado a la situación de la ciudad… mediante un mensaje de voz.
“Estamos haciendo lo humanamente posible para lograr que el próximo martes el suministro esté normalizado”, subrayó.
Recién el miércoles el mandatario llegó a la zona afectada -antes de embarcarse a un viaje a EEUU- donde aseguró que el suministro ya estaba siendo restablecido en gran parte de la ciudad y expresó que el agua era apta para consumo humano, ya que había sido testeada “una y mil veces”.
Agua, pero sólo por unas horas…
Con nuevos problemas se restableció el miércoles el servicio de agua potable de Osorno. Pese a que durante la mañana se había comunicado que el suministro había vuelto en el 98% de la ciudad, por la tarde hubo más cortes.
Pocas horas duró el servicio de agua potable funcionando en toda la ciudad de la región de Los Lagos, tras el corte que afectó a 180 mil personas desde el jueves por el vertimiento de petróleo en un estanque de la sanitaria Essal.
Pese a que desde la semana pasada se pensaba que el martes o miércoles se repondría el servicio, como ocurrió durante la mañana de ayer, la compañía no previó la gran demanda de agua.
La nueva suspensión se produjo desde las 14:00, y habría afectado a 25 mil clientes en Osorno.
Si bien el suministro iba a ser reactivado a las 20:00 horas, luego se informó que se realizaría un nuevo corte a eso de las 22:00 hasta las 05:00 horas de este jueves. Después de eso, se mantendría de manera intermitente, lo que se prolongaría por varios días.
“La situación es responsabilidad de la empresa Essal, que ha cometido en este caso errores, omisiones o negligencias inexcusables y, además, ha entregado información confusa y contradictoria a las autoridades y a la opinión pública”, criticó el presidente Piñera.
Essal continúa ocultando información
Pese a toda la cadena de desafortunados hechos que se extendieron por casi 6 días, todos los esfuerzos estaban concentrados en normalizar la situación y entregar una pronta solución a los osorninos. Y todos tenían la esperanza de que esto se solucionara a la brevedad.
Pero el nuevo corte de agua, a sólo horas de ser repuesto el suministro, empañaba todo el panorama.
Parece “chiste”, pero lamentablemente no lo es: durante esta jornada y tras la realización de un nuevo COE, Essal no fue capaz de entregar una fecha para la restitución del agua.
El gerente de operaciones de Essal, Andrés Duarte, aseguró que no puede entregar una fecha para la reanudación total del suministro de agua potable en Osorno.
En la instancia, el representante de la sanitaria dio por superada la emergencia por contaminación de hidrocarburos, de acuerdo a los análisis técnicos y de la Seremi de Salud.
“No hay ninguna persona que haya resultado afectada por esta grave situación”, aseveró.
Sin embargo, aseguró que por ahora están frente a un problema de disponibilidad de cantidad de agua, ya que la demanda que tuvo la población superó las expectativas esperadas.
Frente a esto la Superintendencia de Servicios Sanitarios cuestionó las explicaciones entregadas por Essal, acusando que no son razonables.
El superintendente Jorge Rivas indicó que como Gobierno están pidiendo un plan coherente para superar la situación que calificó como inaceptable.
Sin embargo, hizo un llamado a la población a mantener la calma, asegurando que es un problema de cantidad y no de calidad.
La autoridad además señaló que no comprenden cómo la empresa dice que hay sobre demanda, cuando tienen las condiciones suficientes para abastecer a la población.
