Esta semana, el Ministerio Público confirmó que el Ejército se sumará en noviembre a las labores de rastreo del cuerpo de Paola Alvarado, a casi un año de su desaparición, el 9 de noviembre de 2018, y su posterior asesinato.
La mujer, que se dedicaba al comercio sexual en regiones, viajó de Santiago a Curacautín para encontrarse con un cliente, Erwin Aedo Soto, quien está detenido y confeso del crimen.
En primera instancia, los operativos se realizaron en los alrededores del río Dillo, donde el imputado confesó haber lanzado el cuerpo, y luego en las inmediaciones del Fundo Los Prados, donde fue georeferenciada la ubicación de Aedo a través de su tráfico telefónico en la fecha que desapareció la víctima.
La búsqueda ha contado con el apoyo de perros rastreadores de cadáveres, la brigada aeropolicial y subacuática de la PDI, además del GOPE de Carabineros, sin tener hasta el momento resultados positivos.
En ese contexto, la Fiscalía le ordenó a la Brigada de Homicidios solicitar apoyo al Ejército para fortalecer las labores de rastreo en el mencionado predio, que cuenta con una extensión que supera las tres mil hectáreas.
El fiscal Iván Isla explicó que la ayuda del Ejército no se ha podido concretar con anterioridad ya que han existido dificultades logísticas para desplegar el contingente requerido para la mencionada labor, lo que se materializará en las próximas semanas.
En septiembre se amplió en seis meses el plazo de investigación en este caso, por el cual Aedo permanece en prisión preventiva.