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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El municipio de Puerto Octay en Osorno estudia privatizar el agua potable debido a una deuda millonaria y limitaciones en la red de distribución. La alcaldesa, María Elena Ojeda, confirmó un déficit anual de millones y discute con la empresa Suralis sobre la propuesta.

El municipio de Puerto Octay, en la provincia de Osorno, uno de los últimos que administra directamente el agua potable a sus vecinos, estudia privatizar el servicio básico, ante la enorme deuda acumulada de boletas impagas y la imposibilidad de aumentar su red de distribución.

Se trata de un sistema de abastecimiento creado a mediados del siglo pasado, mediante captación de un pozo profundo abastecido por napas.

El municipio de Puerto Octay, mantiene el suministro con todos los desafíos que plantea el crecimiento urbano, asociado al deterioro de las redes. No obstante, lo más complejo es una millonaria deuda por boletas impagas y donde los cobros fluctúan entre los 5 y 10 mil pesos mensuales.

Al respecto, la alcaldesa, María Elena Ojeda, confirmó que la ponderación de todos los antecedentes, incluye evaluar la privatización del servicio de agua potable como una alternativa para garantizar su sostenibilidad financiera.

En ese sentido, apuntó que actualmente la administración local enfrenta un déficit de $280 millones anuales por concepto del servicio de agua potable, lo que justificaría su traspaso.

Asimismo, la alcaldesa Ojeda agregó que si bien hay inversión en la actualización de redes, con recursos de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, su cobertura no se condice con la demanda actualizada no solo de agua, sino también de alcantarillado, por el cual no hay cobros hasta ahora.

En esa línea, María Elena Ojeda confirmó conversaciones con la empresa Suralis, aclarando que hay que cumplir con la socialización de la propuesta de privatizar el agua.

Por último, la alcaldesa sostuvo que el objetivo es asegurar un servicio eficiente y sostenible, evitando problemas financieros que comprometan la continuidad del suministro del agua potable.