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“El punto de inflexión para mi fue una vez que salimos a carretear. Una amiga me encontró en el baño de la discoteque inconsciente. Como buena alcohólica, había consumido también otro tipo de sustancias, además de mucho alcohol y mi cerebro hizo cortocircuito. Fui a vomitar, no me pude parar más y quedé inconsciente“.

Tatiana Concha tiene 28 años, pero a los 19 comenzó a beber alcohol sin detenerse hasta los 27, cuando se dio cuenta que tenía un consumo problemático. “Observé mi dormitorio y me encontré con muchas botellas de vino y latas de cerveza vacías debajo de mi cama. Ahí me dije, ‘¿seré alcohólica? Tal vez sí lo soy’

Expertos coinciden en que tratar el consumo problemático de alcohol es complejo. Es una enfermedad crónica, afecta muchos ámbitos de la vida de quien la padece y alternativas para tratarla hay varias. Tratamiento psicológico, psiquiátrico, farmacológico, internaciones o acompañamiento.

De la misma forma, coinciden en que debe ser un tratamiento multidisciplinario. Ahora bien, ¿qué pasaría si, mientras navegas por internet, te encuentras un anuncio el cual promete sacarte del alcoholismo en 5 pasos? Tentador, más aún para alguien que ha probado distintos métodos y no ha obtenido buenos resultados. Lo mismo para una familia que, en el desespero, busca alternativas rápidas.

Eso es lo que ofrece Daniel Espinoza -quien se hace llamar Dan White-, un hombre que utiliza sus redes sociales para promocionar su curso “Sobermind”, el cual tiene la poderosa promesa de “liberarte del alcohol y recuperar el control de tu vida”.

Alcoholismo en Chile

En Chile, el alcohol es un problema de salud pública. Para 2017, se estimaba que más de 260 mil personas presentaban un trastorno por el uso de esta sustancia. Por lo mismo, es de esperarse que quienes estén inmersos en esta adicción busquen ayuda. Muchas veces buscan algo rápido, económico, que los saque cuanto antes del conflicto en el que están, sin -necesariamente- validar la efectividad o los “profesionales” que hay detrás.

En redes sociales e internet hay un mundo de opciones, las cuales muchas veces se alejan de lo tradicional. Pero antes de ahondar en métodos que prometen “sanarte”, es necesario saber qué se conoce por alcoholismo.

En primer lugar, es un término que se utiliza coloquialmente pues, la forma en que expertos se refieren a esto es “trastorno por uso de alcohol” o personas con “consumo problemático de alcohol”.

Se puede definir de manera sencilla como el abuso del consumo de bebidas alcohólicas. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud la define “como cualquier deterioro en el funcionamiento físico, mental o social de una persona, cuya naturaleza permita inferir razonablemente que el alcohol es una parte del nexo causal que provoca dicho trastorno”.

Por su parte, el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos lo define como una “enfermedad crónica por la que una persona siente deseo de tomar bebidas alcohólicas y no puede controlar ese deseo“.

“Cómo dejar el alcohol en cinco pasos”

Casi como un tutorial basado fuerza de voluntad, Daniel ofrecía la solución a esta enfermedad por una suma cercana a los 200 dólares (195 mil pesos chilenos según su web). Hablamos en pasado pues, tras la solicitud de BioBioChile para ahondar en su práctica, modificó gran parte de su perfil en Instagram y página web.

Sea como sea, en su Instagram, donde se hace llamar “Doctor Sobrio“, pareciera estar la solución a este gran problema de salud pública.

Espinoza, según lo publicado en su sitio web, promete un método sin internaciones ni medicamentos; sin tratamientos invasivos o terapias de por vida. Ofrece un método, basado en neurociencia y “100% comprobado”.

Al hacer un simple análisis de su sitio, el primer detalle que llama la atención es la sección que agrupa testimonios. Estos no tienen alguna individualización de quienes comentan e incluso, todas las imágenes utilizadas corresponden a un banco gratuito de fotos, como Adobe Stock o sitios de internet.

Capturas de pantalla | Dr. Sobrio

En cuanto al “producto” que vendía Daniel Espinoza por 197 dólares, está contemplado un curso basado en 53 videos divididos en cinco módulos, un grupo de WhatsApp de una comunidad exclusiva, contacto directo con “El Mentor” de por vida, entre otras cosas, lo cual está valorado en 3.682 dólares, pero que en oferta queda en el precio antes mencionado.

Capturas de Pantalla | Dr. Sobrio
Capturas de Pantalla | Dr. Sobrio
Capturas de Pantalla | Dr. Sobrio

Es necesario destacar que Daniel Espinoza fue contactado por este medio en reiteradas ocasiones. En una primera instancia se mostró dispuesto hablar, pero mas tarde declinó a referirse, aduciendo a que era “una situación extraña”, que debía contactar a sus abogados y que “en todo este tiempo, jamás le había ocurrido algo por el estilo”.

Sin embargo, mediante una conversación de WhatsApp, Daniel afirmó que él “trabaja en esto, a mi la gente me busca porque tengo resultados”.

También se refirió a los “cinco pasos para dejar el alcohol”. “Los cinco pasos son los cinco módulos que tiene el curso, no son cinco pasos propiamente tal”.

Un proceso difícil

Tatiana también explica que le fue difícil darse cuenta de su problema porque su vida transcurría con normalidad. Sin embargo, consumía cada vez que podía.

“Lo empecé a conversar, muchos lo normalizaron, pero a mi me empezó a preocupar e intenté dejar de tomar. Seguí carreteando, llevaba cervezas sin alcohol, pero terminaba bebiendo igual, porque sentía que lo necesitaba“, comentó la mujer.

Tatiana añadió que “Tenía un monstruo dentro de mi que tenía mucha rabia, mucho dolor y que se manifestaba con el alcohol. Por lo mismo decidí buscar ayuda, busqué a mi psicólogo, a mi psiquiatra y empecé un tratamiento“.

“Al principio me sentía sola, si bien todos me apoyaron, sentía que nadie realmente entendía por lo que estaba pasando, lo que para mi significaba cambiar mi vida, cambiar mi rutina, el sufrir por no beber, el tener que llorar en el baño esta pena porque para mi fue un duelo dejar el alcohol, hasta me corté el pelo yo creo que por lo mismo, fue terminar una relación tóxica. Fue súper doloroso, lloré por sentir que nunca más iba a poder beber una copa de vino, que es mi trago favorito“.

¿Qué dicen otros expertos?

Por otro lado, BioBioChile consultó a Rodrigo González, psicólogo de Clínica Bupa Santiago y especialista en adicciones. Especialmente, si es posible rehabilitarse mediante un curso en línea y sin apoyo médico especializado. “No. El alcoholismo es una enfermedad compleja que requiere un abordaje multidisciplinario, respaldado por evidencia científica”.

Además, agregó que “si bien, los cursos online pueden entregar información útil como complemento, no sustituyen la intervención profesional. La rehabilitación del alcoholismo debe estar guiada por especialistas en salud mental y medicina, quienes basan su tratamiento en estudios validados y estrategias con eficacia comprobada”.

Las herramientas ofrecidas por personas sin especialización pueden generar falsas expectativas y riesgos para la salud, ya que el alcoholismo es una enfermedad que requiere una intervención profesional, ética y estructurada”, puntualizó el especialista.

Por su parte, el Dr. Nicolás Libuy, psiquiatra de adultos de la Clínica Alemana fue consultado por lo mismo, a lo que respondió que “no es posible o no hay evidencia que apoye que un curso online va a ser suficiente para tratar este problema. Un curso no es una terapia, no es un tratamiento adecuado”.

“Los tratamientos adecuados en general incorporan el componente médico. No necesariamente psiquiatras especialistas, pero sí médicos (…) Esas condiciones sí son necesarias para estar en un buen tratamiento, pero no tomar un curso, online o presencial, sino que asistir a un tratamiento. Hay una diferencia entre tener un curso y tener un tratamiento, una terapia“, enfatizó Libuy.

Otro de los términos utilizados por Daniel Espinoza en su curso se trata de la “reprogramación mental” y la neurociencia. Consultado el psiquiatra, sostuvo que “como ocurre en otros ámbitos de la salud, utilizar estos conceptos relacionados a la salud para dar la impresión de que se tiene un conocimiento acabado sobre el tema, da pie para que personas que no son del ámbito puedan simular que se dedican a ello, pero que en la práctica no tienen las competencia para para ofrecer ese tipo de tratamiento”.

“Lo de la neurociencia no es que sea como una técnica, una habilidad específica que una persona tenga y que a través de eso pueda, entre comillas, desbloquear, hackear o reprogramar a otra persona, eso no es así“, finalizó Libuy.

Finalmente, fue consultada la Superintendencia de Salud respecto de eventuales fiscalizaciones a quienes vendan cursos para curar enfermedades. Sin embargo, desde la entidad detallaron que se ellos fiscalizan a personal de la salud y, de acuerdo a fuentes de BioBioChile, “Dr. Sobrio” es relacionador público y no médico.

“Si la persona no es profesional de la salud, lo primero es que no entra el caso como negligencia médica. Más bien, podría tratarse de publicidad engañosa“, explicaron desde la estatal.

Entonces, ¿cómo saber dónde buscar ayuda?

BioBioChile consultó con diversas fuentes para entender la magnitud del proceso de rehabilitación con trastorno por consumo de alcohol.

El Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol -Senda- está a cargo, entre otras cosas, de programas de prevención y rehabilitación en relación con el consumo de drogas y alcohol en el país.

Consultados por recomendaciones para quienes busquen ayuda respecto al alcoholismo, afirmaron lo siguiente:

Los centros de tratamiento que tienen convenio con Senda pueden ser públicos o privados. En este último caso son administrados por ONG’s, fundaciones, sociedades de profesionales u otros, pero siempre deben cumplir con los siguientes requisitos:

1) Contar con autorización de la Autoridad Sanitaria Regional

2) Infraestructura: garantice el desarrollo adecuado de las intervenciones individuales, familiares y grupales, tanto en superficie como en lugares de espera, descanso y recreación. En el caso de los centros residenciales, con equipamiento para salas, dormitorios, comedor, espacios de descanso y recreación.

3) Recurso Humano: El equipo terapéutico debe ser multi e interdisciplinario. La conformación de un equipo multidisciplinario es esencial para el abordaje integral, lo que implica no solo que cada uno de los miembros del equipo intervenga y aporte desde sus ámbitos de competencias profesionales, sino que también logre visualizar a la persona desde una mirada biopsicosocial, articulando las intervenciones en función del sujeto.

4)Cada centro debe contar al menos con: médico general o familiar (de preferencia psiquiatra), psicólogo, trabajador social. En el caso de centros residenciales para mujeres, también deben contar con educadores de párvulo. Además, el coordinador o director técnico del centro debe presentar experiencia en atención directa en programas de tratamiento de alcohol y otras drogas.