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El diputado del Frente Amplio Gonzalo Winter abordó la denuncia por presunto acoso sexual contra el presidente Gabriel Boric, presentada en septiembre. El abogado de Boric afirmó que el mandatario es víctima de acoso sistemático, vinculado a correos electrónicos recibidos hace 11 años durante su práctica profesional en Magallanes, que culminaron en 2014. Winter compartió su experiencia personal de situaciones similares, destacando que recibir correos constantes de una persona con amenazas no es una situación cómoda ni fácil de manejar, y enfatizó que constituye acoso, más allá del contenido explícito.

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El diputado del Frente Amplio, Gonzalo Winter, se refirió este martes a la denuncia por presunto acoso sexual en contra del presidente Gabriel Boric, la cual fue presentada en septiembre de este año, señalando que él igual vivió una situación similar.

Esta mañana, el abogado del Mandatario dijo que “el presidente es víctima de una situación de acoso sistemático”.

En específico, todo comenzó hace 11 años, en julio de 2013, y culminó en el mismo mes de 2014, cuando Boric realizaba su práctica profesional en Magallanes.

Según el jurista, en esa época el Presidente recibió numerosos correos electrónicos de una persona con la que no ha tenido contacto por 10 años y que este 2024 lo denunció por acoso sexual.

En conversación con Radio Cooperativa, el parlamentario abordó este caso y dijo que “he estado viendo los correos y yo he sido víctima de situaciones de estas características, en distintas intensidades, y es un tema que yo creo que está un tanto silenciado en nuestra sociedad y que es muy jodido de analizar. Para mí, por lo que se puede alcanzar a ver de los correos, todo indica que el Presidente fue víctima de una situación de acoso”.

Recalcando que “cuando uno recibe correos todos los días o día por medio de una persona a la cual uno no le contesta los correos y en donde entre medio amenaza con quitarse la vida y cosas por el estilo, es una situación muy compleja de administrar y no es ni graciosa ni cómoda ni fácil como para tirarla, como lo escucho hoy día en la televisión, que decían: ‘Bueno, es una mujer enamorada, a ¿quién se le puede juzgar por sus sentimientos?’ No pues, constituye una situación de acoso”.

“A mí me pasó que iba a mi trabajo, a visitarme, a verme. Entonces, es acoso, independiente de la virulencia o del contenido sexualmente explícito de los correos”, manifestó Winter.