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En el Te Deum Ecuménico de Fiestas Patrias, realizado en la Catedral Metropolitana de Santiago y encabezado por el Arzobispo Fernando Chomalí, se hizo un llamado a un gran acuerdo nacional para abordar temas como la seguridad y la corrupción. Chomalí expresó su preocupación por el aumento de delitos violentos y la corrupción en Chile, instando a actuar con valentía y priorizar el interés común sobre el personal o ideológico para enfrentar estos desafíos que erosionan la democracia. Asimismo, enfatizó la necesidad de superar el individualismo y las recriminaciones, proponiendo un diálogo y acción unificados en un gran acuerdo nacional.

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Este miércoles 18 de septiembre, a partir de las 11:00 horas se realizó el Te Deum Ecuménico de Fiestas Patrias en la Catedral Metropolitana de Santiago que contó con la participación de las principales autoridades políticas y representantes de diversas confesiones religiosas.

En su primera homilía como Arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, se refirió a la actualidad nacional e hizo un llamado a un gran acuerdo nacional en ámbitos como la seguridad y la corrupción.

De paso, expresó su preocupación por el aumento de los delitos violentos en el país y subrayó que, a mayor división, se da más espacio al crimen organizado, destacando la urgencia de unir esfuerzos para combatir estos desafíos.

Así también se refirió a los últimos escándalos de corrupción en Chile, enfatizando que han causado indignación al ver cómo personas en el poder se benefician a costa del bienestar público, especialmente perjudicando a los más pobres y dañando la fe pública y el Estado de Derecho.

Sobre el tema, el arzobispo hizo un especial énfasis a actuar valientemente, priorizando el interés común sobre el personal o ideológico, para enfrentar esta corrupción que, según sus palabras, erosiona la democracia y el valor de la vida.

En la instancia el arzobispo enfatizó en la necesidad de superar el individualismo y las recriminaciones proponiendo un gran acuerdo nacional donde todos los responsables dialoguen y actúen con unidad.

Además se refirió a las próximas elecciones de octubre, dirigiendo sus palabras especialmente a los candidatos a cargos públicos para fortalecer la dignidad política y haciendo un llamado a respetar a quien piensa distinto.

Así se desarrolló una nueva versión del Te Deum, cuya tradición comenzó en el año 1811, cuando se solicitó una misa de acción de gracias para conmemorar el aniversario de la Primera Junta de Gobierno. A lo largo de los años, ha mantenido su relevancia y se ha adaptado a distintos contextos históricos.