Tras ser víctima de un millonario robo en Rancagua, la empresa de transportes de valor “Brinks” reveló cuánto sería el total del botín que habrían sustraído de sus instalaciones. La cifra supera los 10 mil millones de pesos.
El pasado 16 de agosto, un violento y cinematográfico robo se concretó en una sucursal de Brinks en la capital de la región de O’Higgins. El hecho, que contó con la participación de entre 25 a 30 personas, terminó con 20 imputados tras las rejas, quienes cumplen prisión preventiva mientras se desarrolla la investigación.
Pese al gran contingente policial y cívico, hasta el momento no hay rastro del dinero sustraído, el que en un comienzo fue estimado en 12 mil millones.
Según información de La Tercera, la propia empresa se encargó de clarificar el monto mediante su querella a los involucrados, precisando que en realidad serían $11.465.818.468 pesos chilenos los sutraídos.
La querella de Brinks
Además, el medio entregó otros detalles sobre la acción judicial que presentó la firma tras el robo, en especial la que apunta a los dos extrabajadores de la empresa; el guardia Óscar Orellana y la cajera Ximena Fuentes.
En sí, la querella acusó por los delitos de robo con violencia o intimidación en las personas, apropiación de cosa mueble ajena sin la voluntad de su dueño, violencia o intimidación en las personas y asociación ilícita criminal. Pero, para los trabajadores partícipes se agregó el delito de revelación de secretos comerciales.
“El concierto de los señores Fuentes y Orellana con la organización criminal se ve refrendado por una serie de antecedentes, entre los que destaca una fotografía captada en una reunión sostenida por la banda delictual el día miércoles 14 de agosto, dos días antes del atraco, en la que se aprecia claramente a ambos exdependientes de mi representada participar de la misma”, señaló el texto.
Sobre la participación de la cajera, se dice que al salir a fumar con dos trabajadoras y la supervisora de operaciones, coincidentemente llegaron los delincuentes. Quienes “intimidaron a las trabajadoras que se encontraban en el frontis del lugar”.
En tanto, sobre el guardia, se detalló que “procedió con la apertura de cuatro puertas a través de la botonera que se encontraba en su puesto de trabajo, permitiendo que los cuatro sujetos lograran llegar a la ‘sala de proceso’, quienes, digitando la clave de acceso lograron ingresar”.
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