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Gendarmería confirmó la suspensión de la coronel Ana María Garrido, jefa de la cárcel de Rancagua, en medio de la investigación por supuestos beneficios carcelarios al condenado Eduardo Macaya, donde se destaca que habría facilitado el ingreso del hijo del senador Javier Macaya. La Fiscalía de Alta Complejidad de O’Higgins inició una investigación por tráfico de influencias, requisando el teléfono de Garrido y otros funcionarios. Se revela que Macaya habría recibido privilegios durante su breve estancia en la enfermería de la cárcel, pero ahora se encuentra en el módulo 86 compartiendo espacio con otros reos.

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En medio de la investigación por supuestos beneficios carcelarios a Eduardo Macaya, Gendarmería confirmó la suspensión de la coronel Ana María Garrido, jefa de la cárcel de Rancagua.

Según informó La Tercera, funcionaros del penal habrían denunciado que Garrido incurrió en una falta al facilitar el ingreso del hijo del condenado, el senador Javier Macaya.

Recordemos que en relación al caso, la Fiscalía de Alta Complejidad de O’Higgins abrió de oficio una investigación por el presunto delito de tráfico de influencias. En ese contexto, ya había requisado el teléfono de la jefa de la unidad, además del de otros funcionarios.

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Los presuntos privilegios recibidos por Macaya se enmarcan en la que fue su primera -y breve- estancia por la cárcel rancagüina, allí habría permanecido en la enfermería: una habitación individual y destinada a mujeres.

Ahora, tras la ratificación de la cautelar que le devolvió la prisión preventiva, el empresario se encuentra en el módulo 86, donde comparte con primerizos, mayores de edad y condenados por delitos sexuales.