VER RESUMEN

Resumen automático generado con Inteligencia Artificial

En medio de un controvertido proceso, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela dio como ganador a Nicolás Maduro en las votaciones de este domingo. Sin embargo, ante las sospechas de un eventual fraude, el presidente Gabriel Boric aseguró que no reconocería los resultados hasta se se pudieran verificar. Analistas coinciden en que un tercer gobierno de Maduro podría agravar la crisis migratoria que pesa sobre nuestro país y que el jefe de Estado chileno se alza como una gran figura internacional al condenar la poca transparencia de los comicios venezolanos. Por último, aseguran que no sorprende el apoyo del Partido Comunista al régimen chavista, ya que tienen una sintonía que es públicamente conocida.

Desarrollado por BioBioChile

“Desde Chile no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable”, advirtió el presidente Gabriel Boric tras conocerse los resultados de la elección de este domingo en Venezuela.

A las 18:00 horas comenzaron a cerrar los locales de votación y millones de venezolanos, repartidos por casi todos los países de América Latina producto de la crisis humanitaria, aguardaban la entrega de los resultados.

Recién seis horas después, el Consejo Nacional Electoral (CNE) se dignó a comunicar las cifras “oficiales”. Según Elvis Amoroso, presidente del organismo, los resultados eran “contundentes e irreversibles”.

Si bien la oposición esperaba que el nombre de Edmundo González fuera ratificado como el próximo presidente hasta 2031, todo quedó en una ilusión: Nicolás Maduro (51,2%) se alzaba como el “ganador” del proceso y levantaba una ola de sospechas en todo el continente.

La Plataforma Unitaria Democrática (PUD) acusó que sólo pudo acceder al 30% de las actas escrutadas, mientras que el ente electoral se defendió por la tardanza en dar a conocer los guarismos: un supuesto “ataque terrorista” habría golpeado al sistema de transmisión.

Gabriel Boric tuvo un mensaje categórico desde Chile, asegurando que los resultados “son difíciles de creer”. A pesar de que fue respaldado por casi todos sus aliados, el Partido Comunista no quedó conforme con su mensaje.

¿Aumentará la migración en Chile?

Según los resultados del último Censo de 2022, hay más de 530 mil venezolanos que actualmente residen en Chile.

Sin embargo, en una reciente intervención ante el Congreso, el embajador Jaime Gazmuri señaló que “en Chile las cifras no están completamente fijas, pero son del orden de 800 mil. De los casi 20 millones que somos, el 4% son venezolanos y venezolanas”.

Este alto número, motivado en su gran mayoría por la crisis humanitaria que atraviesa el país gobernado hace 11 años por Nicolás Maduro, ha impulsado la legislación de diferentes políticas migratorias. Ahora, ¿podría aumentar esta cifra con el resultado de las últimas elecciones?

Para el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, la respuesta es no. “Básicamente, porque esta reelección irregular del presidente Maduro no altera la situación actual en Venezuela”, señaló.

“Por lo demás, la situación actual en nuestra frontera es muy distinta a la que había hace años atrás: hay más vigilancia y la capacidad de Chile para seguir recibiendo inmigrantes es muy reducida”, agregó el canciller.

No obstante, el analista internacional de la Universidad del Desarrollo, Jorge Sanz, sostiene que “la gente más desencantada de Venezuela, que se quedó para tratar de construir algo a partir de las elecciones, empezará a pensar en salir. Por lo tanto, podemos tener un nuevo flujo migratorio”.

Algo similar opina Paz Milet, académica del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, quien indica que “a nivel unilateral, como país, Chile enfrenta todo lo que supone este desafío de lo que puede significar un agravamiento de la crisis humanitaria de Venezuela”.

“Pero el cuestionamiento a la elección realizada ayer por parte de la región puede significar que nuestro país tenga que manifestarse en distintas instancias”, agrega respecto a las consecuencias internacionales.

La “dignidad moral” de Gabriel Boric

El presidente Boric se ha mostrado tenaz en materia de derechos humanos y no ha tenido problema en cuestionar a países como Venezuela. Incluso, se ha expuesto a recibir violentos epítetos por parte de representantes del Partido Socialista Unido de aquel país.

De hecho, al afirmar por redes sociales que Chile no reconocería los resultados de los comicios presidenciales hasta que sean verificados, el canciller Yvan Gil expresó que “su incompetencia es la causa de desconocer que los hijos de Bolívar y de Chávez no necesitamos su devaluado reconocimiento”.

Cristián Garay, académico del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago, considera que “el presidente Boric ha tenido una actitud bastante firme y principista en el sentido de privilegiar una carga moral que la ha aplicado frente a Rusia, Israel y Venezuela”.

“En términos de efectividad no va a añadir mucho, pero en términos de dignidad moral del presidente Boric es otra cosa. Va a quedar como alguien que pensó en ese hombre y en esa mujer de a pie”, complementa.

En tanto, Jorge Sanz estima que “lo que puede enfrentar el país es la mantención de un lenguaje violento. Se expone al maltrato verbal del gobierno de Maduro, a acciones como las que se hicieron con el teniente Ojeda y a la liberación de más presos con destino a Chile”.

Pero no todas las consecuencias son simbólicas, sino también prácticas. Ante la arremetida de Boric y de otros mandatarios latinoamericanos, el régimen de Maduro decidió retirar a todo el personal diplomático en Chile, Argentina, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay.

Además, ordenó que estos países hagan lo propio con sus representantes en Venezuela, por lo que el embajador Jaime Gazmuri deberá volver a Chile tras sólo 14 meses de funciones.

Hasta ahora, el mayor desencuentro entre nuestro país y el gobierno venezolano fue cuando el canciller Gil desconoció la existencia del Tren de Aragua en abril pasado. Esto motivo un llamado a consultas a Gazmuri, por lo que el exsenador debió permanecer en suelo chileno por algunas semanas.

De acuerdo a Samuel Fernández, analista internacional de la Universidad Central, lo más grave de esto es que “quedan absolutamente a merced de la nada los venezolanos que están en Chile y los chilenos que están en Venezuela. Es una situación muy seria, bastante inédita y que va a tener que ser coordinada por los países afectados para ver qué medidas internacionales se pueden adoptar”.

El espaldarazo del PC chileno a Maduro

Ahora, a nivel interno, la coalición oficialista se vio tensionada por el apoyo del Partido Comunista a la reelección de Nicolás Maduro.

A pesar de las declaraciones del jefe de Estado, el diputado Boris Barrera señaló que “para Venezuela y América Latina es importante que se respeten los resultados. Incluso, esperamos que la ultraderecha respete, aunque sea una vez, una elección si es que la pierden nuevamente”.

“Y no sé si será mucho esperar que todos las actoras y actores políticos del mundo, incluido Chile, también reconozcan el triunfo. Son las reglas de la democracia, es el pueblo soberano que se pronuncia”, añadió el parlamentario comunista, quien fue invitado por el partido de Maduro a observar las elecciones.

Por su parte, Carmen Hertz, integrante de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, se trenzó en una discusión por redes sociales con su par Diego Schalper (RN) sobre la validez de los resultados.

“En ese país hay cerca de mil observadores electorales. Entre ellos, las Naciones Unidas, la fundación Carter y el expresidente colombiano Ernesto Samper, a quienes supongo no pretenderán calificar de chavistas”, arremetió.

Para rematar, la diputada Lorena Pizarro dijo lamentar que “se catalogue de dictaduras a gobiernos que tienen sus procesos electorales democráticos. Nosotros vivimos 17 años con desapariciones y torturas. Me parece que es relativizar lo que vivimos como país”.

“El comunismo es una organización internacional, por lo que no llama la atención que el PC de aquí esté de acuerdo con el de allá. Es más, llamaría mucho la atención que el comunismo chileno estuviera en contra de las acciones de Maduro en Venezuela”, indica el analista Jorge Sanz.

Más duro fue Cristián Garay, quien asevera que “no hay ninguna duda de que los valores profundos del Partido Comunista no están con la democracia representativa ni con los derechos humanos. Esto no es ninguna diatriba, sino la constatación de lo que ellos mismos dicen y hacen”.

Con todo, parlamentarios del Socialismo Democrático arremetieron contra el PC por sus declaraciones. Incluso, afirmaron que no deberían formar parte de la coalición del Gobierno si apoyan a dictaduras como las de Maduro.