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El viernes 2 de febrero del 2024 será un día difícil de olvidar para los hijos de Nabila Rifo, quienes golpearon hasta morir a la pareja de su madre, en un hecho ocurrido en Coyhaique, en la región de Aysén, por lo que se encuentran formalizados por el delito de homicidio calificado.

Y decir que esa jornada será difícil de olvidar no parece mucho en comparación con otros horribles hechos que rodean su historia y la de su madre. Resulta que Nabila Rifo, es la mujer que en el 2016 fue víctima de un ataque por parte de otra expareja, Mauricio Ortega, el que terminó con él, arrancándole los ojos en plena calle fuera de su vivienda.

“Nunca nadie más le va a pegar”: hijo de Nabila Rifo desde la cárcel

Ahora, Luis Torres (20 años), el hijo mayor de Nabila, que cumple la medida cautelar de prisión preventiva mientras dura la investigación por el asesinato de la pareja de su madre (Gerardo Bañares), contó a La Tercera, sentirse tranquilo respecto a lo sucedido, especialmente por darle tranquilidad a su mamá.

Desde la cárcel afirmó: “Estoy muy tranquilo. Estoy preso, pero por lo menos mi mamá está tranquila. Nunca nadie más le va a pegar, ni nada”.

Detalló que ese día, Bañares llegó a la casa de la familia lanzando piedras y amenazas. “Nos decía, cabros cul…, me los voy a hacer mierda. A mi mamá también le decía, si te pillo sola, te voy a hacer mierda”, dijo. Así, él y su hermano de 17, lo golpeó con un bate y una manopla.

“Estaba como cegado, no despertaba. No me di cuenta de lo que estaba haciendo. Era como estar en un sueño. Después lo vi tirado. Entré a la casa y desperté. Vi la manopla ensangrentada. Le dije a mi hermano chico, perdón. Quizás me vaya preso, porque lo vimos tirado”, sumó a sus dichos.

Luego de darse cuenta del escenario y las posibles consecuencias de la golpiza, Torres se entregó a Carabineros. “Estábamos tristes. Fue raro. Nunca había experimentado algo así”, concluyó.

La muerte del agresor

Según se detalló, Bañares, que ya contaba con antecedentes por violencia intrafamiliar (VIF), comenzó una relación con Nabila Rifo y fue aceptado con normalidad dentro de la familia, hasta un episodio donde notaron su agresividad. “Un día yo le dije a Gerardo que le dejara unas empanadas a Luis. Ahí Gerardo se enojó y me pegó un palmetazo en la cabeza”, explicó en su oportunidad la mujer agredida a Carabineros.

Previo a ser golpeado y asesinado por los hijos de su nueva pareja, Bañares contaba con denuncias por lesiones leves hacia ambos hijos de Nabila (el otro tiene 17 años), mientras Carabineros ingresó una denuncia de oficio por lesiones menos graves de violencia intrafamiliar hacia Rifo.

“Una vez vio que ella hablaba con un amigo. Y él (Bañares) le dijo: ‘voy a matar a este huevón, lo voy a hacer cagar a cuchillazos. Y tú vas a estar al lado mío, para que sepas cómo le hago eso’”, recordó Torres en la entrevista con el citado medio.