"Yo creo que también en el caso del embajador de Israel sería bueno algún ejercicio de autocrítica", replicó el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren.

El ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, replicó con dureza al embajador de Israel, Gil Artzyeli, tras la exclusión del Gobierno de excluir a compañías de ese país de la Fidae.

Recordemos que el representante diplomático acusó al Gobierno de tener una “obsesión” con Israel, asegurando que ha enviado cartas formales que no han sido respondidas por La Moneda.

Al respecto, el canciller desmintió estar “incómodo” por la política en materia de Relaciones Exteriores que está llevando adelante el presidente Gabriel Boric.

“En primer lugar, quiero decir que no estoy incómodo. Siempre aprecio que se preocupen por mi posición y actitud personal, pero estoy cómodo”, sostuvo.

“En el caso de las declaraciones del embajador de Israel, no es usual, que un embajador de un país polemice con el canciller, por eso mismo he evitado una polémica directa con él”, acotó Van Klaveren.

En ese sentido, insistió que “en el caso de Israel, obviamente estamos hablando de una situación extremadamente compleja”.

“Israel ha desarrollado una serie de acciones en Gaza que representan violaciones muy sistemáticas del derecho internacional humanitario, esto no es solamente una posición de Chile, es una posición de la comunidad internacional en su conjunto”, sentenció.

Así, junto con calificar al gobierno de Israel como una coalición de “características singulares”, apuntó que eso explica en parte los problemas que ha habido con ese país.

En el caso del embajador israelí, el canciller aseveró que “ha estado en contacto permanente cada vez que ha querido con la Cancillería a través del nivel que corresponde a través de la respectiva Dirección Regional que está dirigida por un embajador de carrera, muy calificado, el embajador Juan Pino”.

Así también, sostuvo que recibió en audiencia al embajador de Israel a los pocos meses en que asumió.

“Mi agenda no me permite estar en contacto permanente con los embajadores de distintos países. Para eso hay una estructura y yo les puedo asegurar que el embajador de Chile en Israel tampoco conversa diariamente, ni semanalmente con el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, ni siquiera con su segundo. Se relaciona a través del director general a cargo de América Latina”, explicó.

“Hay una relación absolutamente normal a nivel diplomático y yo creo que también en el caso del embajador de Israel sería bueno algún ejercicio de autocrítica”, criticó.

“Yo he sido también embajador, he sido diplomático, representante de Chile y la verdad es que si a mí se me cierran las puertas también pregunto por qué se me han cerrado las puertas”, concluyó Van Klaveren.