Tal como lo haría un avión de guerra tratando de evitar ser detectado por los radares enemigos, Evelyn Matthei ha estado en un vuelo rasante buscando liderar a la oposición, en un paso previo y muy necesario, para finalmente convertirse en la próxima abanderada presidencial de la derecha.
Y es que si bien cualquiera pensaría que sus enemigos están en la vereda de enfrente, lo cierto es que su cuidada estrategia incluye a su principal “amenaza”: el expresidente Sebastián Piñera.
Así lo reconocen en su entorno a BioBioChile, desde donde enfatizan que mientras no esté en la papeleta, no hay que confiarse. Ya le pasó en las primarias de Chile Vamos en 2021, donde la directiva de la UDI -en una maniobra que aún es calificada con gruesos epítetos- insistió llevar a Joaquín Lavín, influenciados en gran medida por Ernesto Silva.
Por lo mismo, pese a contar con el respaldo de Javier Macaya y María José Hoffmann, que integran su círculo de hierro, por ahora lo primero, mas que preparar una candidatura, es consolidar y ordenar a Chile Vamos, para darle forma a una coalición que más parece un matrimonio por conveniencia, que un verdadero pacto político.
Los golpes de autoridad de Evelyn Matthei
El primer golpe de autoridad que dio Matthei fue en septiembre del año pasado, cuando dejó en claro que no iba a arriesgar su capital político si no se corregía el proceso dirigido por los Republicanos en el Consejo Constituyente.
Hasta ese momento, tanto la UDI como RN, y qué decir de Evópoli, nadie asumía una postura. Pero bastó que la “gringa” -como le dicen sus cercanos- pateara el tablero, para despertar las voces de Chile Vamos.
Claro está, que de todas maneras dilapidó parte de su capital político dando su apoyo al “A Favor”, que fue ampliamente derrotado en el Plebiscito de Salida. Sin embargo, en la raya para la suma, logró posicionarse como contrapeso ante un predecible José Antonio Kast, quien no solo se convirtió en el rostro de la derrota, sino que también perdió crédito en la derecha más conservadora.
Es más, algunos consideran que ya pasó su momento. Así como sucedió con Joaquín Lavín, que perdió su gran oportunidad en 1999 cuando perdió en fallo casi fotográfico con Ricardo Lagos, posiblemente el líder de Republicanos nunca vuelva a estar tan cerca de llegar a La Moneda, que cuando se enfrentó con Gabriel Boric.
Quizá el segundo golpe más importante Matthei lo dio hace una semana, cuando trató a la actual generación gobernante de ser una “tropa de jovencitos arrogantes, nacidos en familias bien, que han ido a los mejores colegios pagados, que nunca les ha faltado nada en sus casas, que nunca han hecho nada, que les ha salido todo fácil en la vida, y que de repente sintieron que eran revolucionarios”.
Sus dichos, más que una frase de campaña o arremeter contra el Gobierno en una crítica fácil, buscaba representar el sentir de gran parte de la derecha o centro derecha, pero también a los “viejos” de la exConcertación, esos que fueron despreciados desde una superioridad moral que cayó como un castillo de naipes cuando estalló el Caso Convenios.
“Lo que dijo de los niñitos no es nada nuevo. Todos lo decimos la verdad, pero claro, lo dice ella y tiene impacto. Ese mensaje lo recibió también la exConcertación, ese que fue ninguneado, que fue basureado”, nos señala una fuente cercana a la alcaldesa.
Recordemos que hasta ahora, la oposición no ha logrado capitalizar la crisis, precisamente ante la ausencia de un liderazgo claro y que en algún momento lo tuvo Sebastián Piñera.
“Hoy día la “gringa” ronca dentro de la UDI, en eso la directiva no se pierden en quién tiene el liderazgo hoy día”, insiste un influyente parlamentario gremialista fuera de micrófono.
El riesgo de un Bukele a la chilena
Así las cosas, y siempre teniendo en mente ampliar su esfera de influencia, el pasado martes sostuvo una reunión con un grupo de diputados de Renovación Nacional, que fue organizada por Mauro González.
Según confidenció a su círculo más estrecho, Matthei quedó muy satisfecha con el encuentro, que le sirvió para ir tanteando terreno con un grupo que si bien no son “pesos pesados”, más de alguno de ahí ya llevan varios años en política como para entender que ante la ausencia de un líder en RN, Matthei es un buen árbol al que pueden arrimarse.
Es más, la “gringa” estaría incluso dispuesta a hablar con todos los que quieran hacerlo, incluyendo a Amarillos y Demócratas, quienes pese a autocalificarse como “de centro”, en el fondo comparten mucho de las ideas de derecha y solo se diferencian en su línea valórica (apoyan el aborto sin causales, la eutanasia, el matrimonio igualitario, etc).
Pero también, la idea es que Evelyn Matthei pueda llenar el vacío peligroso que se ha generado debido a la desconexión de los políticos con la ciudadanía, y que podría ser ocupado por un caudillo populista al estilo Nayib Bukele en versión chilena.
Si bien muchos añoran la “mano dura” de épocas oscuras del país, esto no es gratis. De hecho, el mandatario salvadoreño ha sido acusado de negociar con las pandillas o maras para bajar los índices de homicidios, llenando cárceles con ciertos integrantes, con la promesa de no extraditar a sus líderes a Estados Unidos.
“Hay que asumir el liderazgo, pero desde posturas sensatas, desde un sentido común”, señala a BioBioChile una fuente conocedora de la interna en la UDI.
El factor Piñera
Por supuesto que para Evelyn Matthei la figura de Sebastián Piñera es algo que tiene en la mira y que la obliga a maniobrar lejos de sus radares. Sus redes que tejió durante sus mandatos, están ya aceitadas operando en la interna.
De hecho, algunos parlamentarios fuera de micrófono han advertido que ya hay un “grupito” digitando al interior de los partidos, mandatados por el ex jefe de Estado, especialmente considerando que en Renovación Nacional no hay un liderazgo, ni menos un candidato presidencial.
¿Y Manuel José Ossandón? Lo cierto es que al “Cote” no le tienen mucha fe y algunos piensan que el mismo sabe que queda corto. Por lo mismo, ha estado ausente del debate público, quizá esperando su minuto, porque por ahora no le alcanza (y ni siquiera ha intentado posicionarse).
Pero volviendo al punto, Matthei está consciente que Piñera sabe que tiene pocas posibilidades. Por lo mismo, como buen especulador, estaría esperando un paso en falso de la alcaldesa, ya que el solo irá si Matthei cae.
De todas maneras, es posible que el exmandatario no va a aguantar que Michelle Bachelet vaya por tercera vez, por una cuestión de orgullo, por su competitividad que ya lo impulsó para repostularse por segunda vez, igualando el “récord” de la expresidenta.
En cualquier caso, es impensable que intente hacer algo para hacer caer a Matthei, tal como en el famoso Kiotazo, pero está atento por si sale algo como una investigación judicial al municipio.
Y a su favor está también el hecho que Renovación Nacional podría perfectamente intentar “convencerlo” para que sea su candidato, ante la ausencia de un líder.
Seguramente por esta razón, la alcaldesa comenzó a sumar a gente de RN a su círculo, como Katherine Martorell y Andrea Balladares, pero claramente le falta sumar más gente de ese partido, al igual que en Evópoli, donde su principal contacto es Gloria Hutt, con quien además comparte una estrecha amistad.
La reunión con la “segunda línea” de diputados RN
Así, toma especial significado la reunión con diputados de la bancada que organizó Mauro González, uno de los parlamentarios “nuevos” de RN, de muy bajo perfil. De hecho, llama la atención que no haya sido organizado por otros más “visibles” como Diego Schalper, Andrés Longton o Frank Sauerbaum.
Al contrario, en la lista, aparte de Mauro González, estuvieron Hugo Rey, Paula Labra, Miguel Becker, Andrés Celis, Eduardo Durán, Juan Carlos Beltrán y Carla Morales.
Uno de los asistentes a la reunión comentó a BioBioChile que se trató de una cita a eso de las 16:00 horas en el domicilio particular de Matthei, donde les ofrecieron sándwiches, dulces (kuchen, pie de limón) y bebidas.
El tema fueron las elecciones municipales, parlamentarias y de gobernador regional, en especial las primarias, enfatizando eso sí que ella no iba a aguantar a los candidatos con temas de probidad.
Durante la conversación -que duró poco más de una hora- Matthei les dejó en claro que cada uno de ellos tenía el legítimo derecho a estar con quien estimaran conveniente, para que se sintieran libres de apoyar a otro candidato si así lo ordenaba el partido.
No habló ni de encuestas, ni de escenarios posibles de quien creía que iba a ser su competidor o competidora. No, nada de eso. Eso si, se ofreció para abordar temas de seguridad, estar presente para hacer reuniones y mostrar lo que ella ha hecho en Providencia.
Pero además, reconoció sus dudas en torno a la crucial decisión crucial de ir o no a la reelección en las Municipales. Ese es un cálculo difícil que tiene que hacer y que la tiene reflexionando junto a su círculo más cercano.
Los guiños de Evelyn Matthei a Demócratas y Amarillos
Al respecto, la analista política y docente de la Universidad Mayor, María Pía Méndez, Evelyn Matthei sabe que es, por el momento, la mejor carta que tiene Chile Vamos como conglomerado para las presidenciales.
“Matthei pareciera estar mejor posicionada de lo que estaría Piñera si quisiera ser carta. Ella sabe que es la figura que tiene mayor aprobación, que tiene más fuerza, que podría también reunir más fuerzas distintas dentro de su mismo conglomerado”, explica.
En ese sentido, destaca que Matthei “ha sido inteligente en posicionarse siempre en un espacio en donde no está ni muy cerca ni muy lejos. En una posición que, a pesar de que ella está hablando desde la UDI, es mucho menos dura respecto de ciertos temas y eso le permite tener más vinculación con RN y el resto de la derecha”.
“En general trata de apelar a un disgusto y a una narrativa de sentido común que lo que hace también es condicionarla a ella en un espacio que apela, como han dicho también estas como cercanías, como Demócratas con Amarillos”, sentencia Méndez.
“Ella hace este distanciamiento de estas figuras jóvenes progresistas, caricaturizando también a las mismas figuras del Gobierno, con la intención de posicionarse en este espacio que está tratando de buscar apoyo dentro de Chile Vamos, pero también ampliando las redes para que haya apoyo desde figuras que igual son más conservadoras dentro de lo que solía ser la Concertación, por ejemplo”.
Asimismo, la académica sostiene que “hay un espacio que no está ocupado por otra figura. Posterior al Plebiscito quedó esta especie de espacio vacante que ella está tratando de ocupar, apelando a este discurso de sentido común, apelando a las preocupaciones de la ciudadanía respecto de seguridad, que suele ser parte del discurso de la derecha, pero que ahora tiene también más fuerza en sectores que son de centro derecha también, o como que se llaman a sí mismos, centro sin apellido, como Demócratas, por ejemplo”.
Respecto a la disyuntiva de repostularse en Providencia o apostar el todo el todo, Méndez asegura que es un escenario que debe calcular muy bien, dependiendo del apoyo que logre concitar, no solo en Chile Vamos, sino que en el resto de la oposición.
“Aquí hay una estrategia, creo que parte de estar haciendo esto de evaluar cuáles son los apoyos y cómo podría funcionar una posible candidatura, es tratar de tantear terreno para que en el momento de tomar esa decisión, efectivamente sepa que tiene el respaldo suficiente. No creo que vaya a tomar esa decisión a la ligera, sin saber que cuenta con un respaldo no solamente de su sector, sino que como decíamos, a lo mejor potencialmente de Demócratas o de Amarillos”.
“Porque ella sabe que sus posibilidades de una reelección como alcaldesa son buenas”, concluye la analista de la Universidad Mayor.
Así las cosas, los proximos meses serán claves para Evelyn Matthei, para decidir si comenzará a tomar altitud tratando de alejarse de las baterías enemigas, o volver al cómodo hangar de Providencia.