Una entrevista dio el lobbista y exalcalde Pablo Zalaquett, en medio de la polémica por reuniones organizadas por él donde asistieron ministros de Estado, las que no quedaron en los registros de lobby.
La participación de 15 a 20 personas en más de 40 reuniones habrían sido habituales en el domicilio del lobista y exalcalde de Santiago, Pablo Zalaquett.
Así lo dio a conocer él mismo, en una entrevista con El Mercurio. “En mí hay un animal político que siempre ha buscado el diálogo”, dijo.
A pesar de que los participantes han sido ministros, empresarios, alcaldes y expolíticos, Zalaquett reiteró que estos encuentros no han sido materias de lobby, justificando que solo han sido instancias de diálogo, sin intereses de por medio.
“En ninguna reunión hubo lobby. Le puede preguntar a cualquiera de los asistentes. No hubo gestión de intereses, nunca nadie solicitó alguna petición a algún político, por algún interés en particular para ninguna empresa o sector empresarial, nunca”, dijo.
Fuentes cercanas a La Radio pudieron reiterar que el lobista se encuentra muy afectado por la polémica, quien reafirmó que su único interés ha sido discutir temas contingentes desde una arista transversal.
Modernización de la ley de lobby
El mundo político ha criticado estos encuentros, apuntando directamente en la forma, más que el fondo. Hoy, voces del Congreso instan a una pronta modernización de la ley de lobby.
El segundo vicepresidente de la Democracia Cristiana, Héctor Barría, señaló nadie está por sobre la ley, solicitando que el exalcalde registre correctamente las reuniones previas y futuras.
En este contexto, el presidente Gabriel Boric solicitó que los seis ministros que asistieron, respondan en el menor plazo posible los oficios enviados por Contraloría.
No obstante, la ministra del Interior, Carolina Tohá, sostuvo que “no hay requisitos de lobby”.
El diputado de la UDI, Sergio Bobadilla, acusó una soberbia por parte de la jefa de cartera, junto a una falta de autoridad del presidente Boric.
Parte del programa de gobierno
Recordemos que parte del programa del mandatario fue justamente la modernización de esta ley:
“Proponemos modernizar la ley de lobby, mejorándola en materia de control, involucrando no solo a las autoridades (sujetos pasivos) sino al lobista y a las empresas que contratan lobby para reforzar el control social y disminuir los ámbitos de opacidad de este tipo de actividades.
Revisaremos y perfeccionaremos el régimen de sanciones especiales de la Ley de Lobby (Congreso, Banco Central, Ministerio Público, Poder Judicial) en caso de incumplirse las obligaciones de las autoridades involucradas, para mejorar el control y fiscalización de órganos que han visto mermada la confianza ciudadana sobre su quehacer”.
La ministra del Trabajo, y una de las participantes de las reuniones, Jeannette Jara, señaló que la ley de lobby quedó con deficiencias, que “siempre en el transcurso del tiempo es bueno irlas mirando y ver qué se puede abordar de mejor manera”.
Contraloría ya está oficiando a los ministros de Interior, Trabajo, Economía, Agricultura, Relaciones Exteriores y Medio Ambiente.
De estos, solo el jefe de cartera de Economía, Nicolás Grau; y de Agricultura, Esteban Valenzuela, registraron la reunión.