Enmiendas identitarias, acusaciones de “exclusión”, la figura de José Antonio Kast y la duda respecto a la intención del Partido Republicano es lo que marcó el inicio de las votaciones de enmiendas al interior del Consejo Constitucional. Tanto expertos como voces del oficialismo, aseguran que la postura y "los gustitos" de los representantes de oposición bloquea la posibilidad de acuerdos por una nueva Constitución.
Pese al desinterés de la ciudadanía, esta semana el Consejo Constitucional inició uno de los procesos más decisivos para el proyecto nueva Constitución: la votación de enmiendas.
Esto, en medio de una proyección que indica que -en el plebiscito de diciembre- el 56% de la ciudadanía votaría Rechazo, 24% Apruebo y un 20% aún no se decide, según la última encuesta Cadem.
Aún así, ese no es el único antecedente a considerar. Previo a la votación, consejeros oficialistas manifestaron frustración por la “poca disposición” del Partido Republicano para llegar a acuerdos.
Pese a lo anterior, el trámite por la nueva Carta Magna debe continuar y “en nombre de Dios y la patria” se abrió la sesión -y la votación- en la Comisión de Principios, Derechos Civiles y Políticos.
Las polémicas iniciativas de la mayoría en el Consejo Constitucional: el Partido Republicano
De las más de mil enmiendas presentadas al texto elaborado por la Comisión Experta, más de 400 corresponden al partido de José Antonio Kast que -últimamente- recorre Chile abordando las iniciativas.
Entre las más polémicas, se reabrió el debate al proponer que “se protege la vida del niño que está por nacer y la maternidad”. Algo que, desde el oficialismo y del Gobierno, fue calificado como “preocupante” y “retroceso encubierto”.
Otra de las propuestas, que está relacionada con el Poder Judicial, establece la creación de un tribunal especial para juzgar ciertos delitos como crimen organizado, narcotráfico y terrorismo, entre otros.
La iniciativa fue tildada por representantes de la Corte Suprema como una situación problemática que excede a una regulación genuinamente constitucional y crea un “verdadero Poder Judicial paralelo”.
Además, destacó la enmienda que busca beneficiar con reclusión domiciliaria a privados de libertad mayores de 75 años, lo que inmediatamente se interpretó como un “perdonazo” a los condenados de Punta Peuco.
De hecho, a través de una declaración pública, la Comisión Chilena de Derechos Humanos (CCHDH) aseguró que dicha iniciativa va en una línea contraria a normas expresadas del Derecho Internacional de los DDHH, como el Estatuto de Roma.
“Varios de los asuntos que están apareciendo en el debate es reabrir discusiones de principios de los 80′”, concluyó el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Luis Cordero, a Radio Duna.
“Estas enmiendas estaban provocando una reacción…”
Tras las diversas críticas, desde el Partido Republicano anunciaron este viernes la baja de 2 de las 3 iniciativas mencionadas anteriormente: la vinculada al aborto y el beneficio de arresto domiciliario para mayores de 75 años.
“Nos dimos cuenta con el paso del tiempo que estas enmiendas estaban provocando una reacción que estaba ralentizando el proceso, provocando un cierto ofuscamiento en la opinión pública”, dijo el republicano Luis Silva.
Agregando que la decisión tiene por finalidad “despejar el tránsito de la discusión, entendiendo que ellas podían estar significando un obstáculo en conversaciones que no eran esenciales en la arquitectura constitucional”.
Durante un punto de prensa, el republicano también declaró que esperan que el oficialismo tenga “la nobleza de reconocer el gesto y terminar con las caricaturas ante la ciudadanía”.
El rodeo como deporte: la enmienda que agudizó los cuestionamientos del oficialismo
“Partimos con temas que son más consensuados y más transversales”, dijeron desde la interna del Consejo Constitucional. Lo anterior, “para intentar acercar posiciones”, pero esto no pasó.
Si bien la iniciativa referente a los emblemas nacionales se votó a favor por unanimidad, dos enmiendas de Unidad de Propósito (UDP) generaron reclamos desde el oficialismo que, incluso, solicitó suspender la primera sesión.
En específico, se trató de lo propuesto por la oposición y que establece que las y los chilenos “tienen el deber de honrar a la patria” y propone, además de la cueca como baile nacional, que “el rodeo es un deporte”.
Recordemos que el reglamento dispone que por acuerdo de 3/5 de sus integrantes, en la comisión se pueden introducir enmiendas hasta antes de iniciar la votación.
Aún así, las críticas fueron variadas por parte del oficialismo. Desde el Partido Comunista, el consejero Fernando Viveros dijo que presentar una UDP 5 minutos antes “no va en el sentido de lograr un acuerdo”.
Algo que compartió Alejandro Köhler (Indep-PS), quien planteó que la situación lleva a preguntarnos “si la derecha está en condiciones” de conducir el proceso constitucional.
A lo anterior se sumó el consejero militante de Convergencia Social, Yerko Ljubetic, quien comentó que ese tipo de enmiendas son un modo “poco riguroso e irresponsable de encarar”.
Además, “una muestra preocupante de llevar adelante iniciativas que nos alejan de las posibilidades de acuerdo”, agregó.
“La derecha presentó sus enmiendas de UDP, pero estas de unidad sólo tienen el nombre (…) son acuerdos entre republicanos y Chile Vamos. De unidad, nada”, criticó Paloma Zúñiga (RD).
Asimismo, hizo un llamado a no olvidar el compromiso con Chile -de julio de 2022- donde pactaron llegar a un acuerdo amplio y transversal que permita tener una nueva Constitución para el país.
La defensa de la oposición
Desde la derecha no tardó en llegar la respuesta. La consejera Ivonne Mangelsdorff (RN) dijo que le llama la atención “la actitud de atrincheramiento” del oficialismo y aseguró que los temas fueron tratados con anticipación.
Algo que confirmó su par independiente-RN, Lorena Gallardo. “Fueron acuerdos tomados antes de presentarnos ante la comisión, de hecho fue hablado con la representante de ellos, María Pardo (CS), la consejera”.
Finalmente, el republicano Luis Silva aseguró que no se rompió ninguna norma y que “es algo que suele ocurrir en los procedimientos legislativos” como en la tramitación parlamentaria, ejemplificó.
“Hemos sido tremendamente cuidadosos y respetuosos del reglamento que fija las normas para sacar adelante el proceso constitucional”, agregó su par del Partido Republicano, Antonio Barchiesi.
“De un extremo a otro…”
Lo anterior refleja una notoria similitud, pero diferencia a la vez, entre este proceso y la Convención Constitucional que inició su trabajo en 2021 y duró 359 días: la sensación de “exclusión” de algunos de sus integrantes.
Esto, para las voces expertas, está relacionado con que -antes- grupos radicales de izquierda intentaron imponer una visión identitaria y ahora pareciera estar ocurriendo lo mismo con sectores de la derecha más dura.
Para el director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, Marco Moreno, el Partido Republicano busca imponer “una visión que puede ser legítima, pero es parcial”.
“Eso dificulta la posibilidad de llegar a entendimientos” y “puede poner en serio riesgo el resultado del proceso constituyente”, agregó el analista político.
Pero ¿a qué se debe el cambio, en un año, en dos procesos tan diferentes pero que tienen el mismo objetivo?
Para el director de Tuinfluyes.com, Axel Callís, el actual proceso se vio influenciado por una elección que se dio en un contexto de alta delincuencia.
Esto, según dijo el experto, hizo que la ciudadanía votara pensando más en un programa de Gobierno que en una Constitución.
Por su parte, los republicanos supieron capitalizar bien ese rechazo y logró el triunfo aplastante, con 22 representantes de 50, y “pasamos de un extremo a otro”.
¿Retroceso?: El “objetivo” republicano
Para Moreno, el Partido Republicano “va más en la línea de boicotear el actual proceso constituyente con la votación de las enmiendas que lo que buscan es intentar imponer una visión identitaria”.
Lo que, finalmente, “bloquea la posibilidad de acuerdos” y, según la opinión del experto, genera que la ciudadanía tome distancia de este tipo de procesos. La visión es compartida por Callís.
Para el sociólogo, toda propuesta “identitaria” es una fuente de conflicto y lo que está haciendo el conglomerado republicano es “mantener la incertidumbre” y “acelerar una descomposición política”.
Esto, agregó, responde a “gustitos” que se dan cuando no se entiende la responsabilidad de ser mayoría, lo que tiene por consecuencia un aumento de la división y la polarización en el país.
“Creo que no entienden qué es diseñar y proponer una Constitución. Tiene que ser algo permanente y que una, que proyecte (…) y no meter políticas públicas de paladar de los extremos”, dijo.
Al ser consultado por BioBioChile, el también académico universitario respondió que -en ese sentido- significa “un retroceso tremendo” porque “el mundo ya superó esos temas” propuestos.
“Falta que que se ponga en duda el calentamiento global y la redondez de la tierra (…) eso es como provocar a los jóvenes y a toda la sociedad en general”, concluyó.
Y así fue. Esta semana, Chile Vamos y el Partido Republicano aprobaron gran parte de sus propuestas sin votos del oficialismo y las indicaciones promovidas por la izquierda fueron rechazadas.
En detalle, se trató de iniciativas que buscaban mitigar los efectos del cambio climático y otra que pretendía definir principios para la protección medioambiental.
La figura del fundador y la opción de ir por el Rechazo
Por un lado, a través de su cuenta de Instagram, el excandidato presidencial José Antonio Kast muestra la “gira #TeQuieroChile” en la que recorre el país presentando las enmiendas republicanas.
Por otro lado, en una transmisión del programa “Semana RE”, Kast no descartó hacer un llamado a votar en contra del proyecto de nueva Constitución elaborado mayoritariamente por su partido.
“Nosotros no tendríamos ningún problema en decir: mire, no se aprobaron las indicaciones que mejoran el texto vigente, por lo tanto no podemos llamar a votar apruebo”, comentó.
Dichos que instalan la duda sobre la intención del Partido Republicano: ¿Ir por una nueva Carta Fundamental siendo mayoría o generar rechazo con enmiendas identitarias para luego hacer el llamado a votar por esa opción?
Esto, recordemos, considerando su postura en los dos últimos plebiscitos de 2020 y 2022. Dos años de diferencia y una misma opción: Rechazo y la preferencia por seguir con la actual Constitución.
Lo que está en juego para el republicano Kast
Una alternativa que en la práctica representa un arma de doble filo para el futuro candidato presidencial de oposición.
Esto, al tener que en cuenta que “tras el triunfo de mayo, la ciudadanía le dio la mayoría y también la responsabilidad de construir acuerdos para sacar adelante este proceso constituyente”, dijo Moreno.
Entonces, “si fracasa también queda en riesgo el liderazgo de José Antonio Kast para enfrentar eventualmente los desafíos que implique el proceso de gobernar. Eso es lo que está en juego”.
Pese a no tener claridad si el partido tiene la misma estrategia que Kast, Callís adelantó que candidatos presidenciales “partiendo por Evelyn Matthei” se encargarían de enrostrar “la derrota”.
“Si el Partido Republicano no fue capaz de llegar a acuerdos para una Constitución, menos va a ser capaz de gobernar un país para todos los chilenos”, cerró el experto.