Los delincuentes continúan "modernizando" sus técnicas para sustraer autos, aplicando -por ejemplo- la de la "llave secreta". Y en las calles, si no se pueden robar un vehículo, se llevan espejos, parachoques, logos o cualquier otro repuesto.
El robo de vehículos -y sin discriminar año, modelo y marca- continúa siendo uno de los delitos más preocupantes en el país.
Y si bien se pueden tomar medidas para evitar ser víctima y las policías han logrado desbaratar a bandas y particulares que se dedican a esto, las artimañas de los ladrones siguen evolucionando.
La técnica de la “llave secreta” y el robo del vehículo (completo o por partes) en la calle están siendo de los más habituales.
A continuación describiremos en qué consisten.
La “llave secreta”
Este método es uno de los más complejos de prever, ya que se disfraza con buena atención por parte del vendedor; y deja al descubierto el eventual peligro de transacción entre particulares.
En diálogo con Carabineros, BioBioChile confirmó que la técnica de la “llave secreta” consiste en lo siguiente: una persona publica por internet (generalmente por redes sociales) que vende su auto. Otro usuario, interesado en ese vehículo, lo contacta para saber más detalles.
El vendedor, con el fin de otorgar una “buena atención”, se ofrece para ir hasta el domicilio del interesado para mostrarle el vehículo.
Luego, si esa venta se concreta, la persona que vende (delincuente) queda en completo conocimiento del lugar donde después quedará estacionado el vehículo.
Y posteriormente es donde aparece la “llave secreta”: por lo general los automóviles se entregan con dos copias de su llave. Pero el delincuente que lo vendió tendrá una tercera copia, con la que después robará el mismo auto que comercializó, ya que al conocer la dirección de su víctima lo podrá ir a robar sin mayores inconvenientes.
Es decir, se queda con el dinero de la venta y “recupera” el bien.
La recomendación para evitar esta situación es, en la medida de lo posible, comprar vehículos en lugares autorizados (automotoras), dudar de la “atención al cliente a domicilio” que pueda ofrecer un vendedor (cuando se trate de negocios entre particulares), o elegir un lugar neutro, público y seguro cuando se quiera conocer el modelo que es de su interés comprar.
Autos estacionados en la calle, un gran blanco
El robo violento de vehículos (portonazo, encerrona) a mayo de 2023, conforme a cifras que proporcionó Carabineros a BioBioChile, disminuyó 5,6% en comparación con enero-mayo del año pasado.
Pero eso no hace vislumbrar que el escenario se ponga color de rosas, porque el blanco de los delincuentes ahora son -mayormente- los autos que están estacionados en las calles, sin discriminar año, modelo o marca.
Carabineros comentó que cada vez son más los usuarios que dejan sus vehículos en las calles, ya sea porque no cuentan con aparcamiento en su casa o edificio; o por evitar uno pagado cuando acuden a algún lugar.
Y los delincuentes, si no logran llevarse el vehículo desde la calle, sustraen cualquier repuesto que sirva para una posterior venta (logos, espejos, parachoques, por ejemplo).
En 2022, más de 54.200 vehículos fueron robados, de los cuales se recuperaron 26.774.
Blanqueo de autos robados
En paralelo, en los últimos días el Servicio de Impuestos Internos (SII) reveló que logró detectar operaciones riesgosas en materia de venta de vehículos, donde se estaría mal utilizando el sistema tributario para “blanquear” automóviles robados.
Uno de los hallazgos es que “existían vehículos que se comercializaban como automóviles nuevos, pero las facturas utilizadas para su inscripción provenían de sociedades creadas con nombres de fantasía”.
Esos nombres de fantasía, en algunos casos, resultan muy similares a automotoras reconocidas en el rubro, pero no tenían la representación de las marcas para la venta de vehículos nuevos, “observándose que las mismas eran creadas mediante la plataforma virtual Empresa en un Día”.
Asimismo, se observó que contribuyentes que figuraban vendiendo automóviles nuevos “no registraban una actividad económica afín a esta comercialización”.
Por último, se detectaron contribuyentes que no registran patrimonio en los sistemas del SII, pero figuraban vendiendo varios vehículos.