El Gobierno aclaró la situación del río Lauca, tras el término de los alegatos en el juicio por las aguas del Silala con Bolivia ante la Corte Internacional de La Haya.
El presidente Gabriel Boric se reunió el martes con la Cancillería para analizar los alegatos ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya que finalizaron la semana pasada, por el Silala.
En la instancia, la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Ximena Fuentes, señaló que no hay “ganador o perdedor”, mientras el alto Tribunal de las Naciones Unidas no acepte los argumentos.
Pero además, desde Cancillería aclararon la situación del río Lauca, curso natural de agua que nace de las lagunas del Parque Nacional del mismo nombre, en la región de Arica y Parinacota, y cruza la frontera hacia Oruro, en Bolivia.
Al respecto, Fuentes descartó un nuevo litigio al respecto, porque las reglas serían las mismas y basadas en el derecho internacional que aplican en el caso del Silala.
Esto último, teniendo presente que los cauces son comunidades de intereses y que Chile solamente utiliza el 20% de ese caudal.
Bolivia acusó a Chile de desviar aguas del Lauca
Recordemos que el agente boliviano Roberto Calzadilla, respondió a los argumentos de Ximena Fuente, acusando a Chile de desviar las aguas del río Lauca sin el conocimiento de Bolivia.
Se trata de una polémica que data de varios años, cuando el país vecino apuntó a Chile de desviar el Lauca aproximadamente en 1962, para abastecer el valle de Azapa, dejando sólo un 10% fluyendo libremente hacia territorio boliviano.
De acuerdo al excanciller David Choquehuanca, el supuesto desvío del 90% de las aguas, les ha provocado pérdidas de alrededor de 600 litros por segundo.
La situación habría provocado un grave problema para la población Chipaya, que vive a orillas del lago Coipasa. Esto, porque se estaría secando debido al desvío de las aguas en territorio chileno, generando un desplazamiento de los indígenas.
Al respecto, el reconocido historiador de la Pontificia Universidad Católica, Joaquín Fernandois, le bajó el perfil al reclamo boliviano, debido a que se puede determinar científicamente si Chile utiliza más del 50% de las aguas.
“Lo de Lauca es una excusa porque se puede determinar científicamente si Chile saca o no el 50% menos de agua”, asegura el académico.
“¿Por qué estas cosas suben a debates entre países? Es porque es una cosa muy emocional”, concluye el experto.