Este lunes, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) dio a conocer nuevos antecedentes sobre la arista que involucra al presidente Piñera en los denominados “Pandora Papers”.
Específicamente, la investigación -liderada por Ciper y LaBot en Chile- entrega luces sobre las sociedades del jefe de Estado en las Islas Vírgenes Británicas: Bancard International Investment Inc. y Bancard International Development Inc.
Esto, a raíz de la indagación de los periodistas Francisca Skoknic y Alberto Arellano sobre la compraventa de la Minera Dominga en este paraíso fiscal, que implica a las familias Piñera y Délano.
Cabe recordar que en 2017, la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío reveló que los integrantes de la familia Piñera Morel eran los socios mayoritarios de Andes Iron, la sociedad matriz de Dominga.
Los activos de las sociedades de Piñera terminarían cayendo en manos de sus hijos, quienes reconocen que la fuente de estos provienen de donaciones que recibieron de su padre, según revela Ciper.
Ante Overseas Management Company (OMC), empresa que gestiona las sociedades, Magdalena, Cecilia, Sebastián y Cristóbal Piñera Morel detallaron que el origen de los fondos tenía dos fuentes de ingreso: una donación de su padre y los intereses de capital del “holding familiar” por la venta de Transbank y Fincard, y las acciones de Lan Airlines, Chilevisión, Entel y Antarchile.
Movimientos de las empresas
Las dos primeras empresas se remontan al origen de la fortuna del Mandatario, en los años ochenta, pero la venta de Lan y Chilevisión se produjo en 2010, tras asumir su primer período presidencial. En 2017, Sebastián Piñera señaló que Bancard International Development no presentaba movimientos desde 2009.
“La aparente contradicción no existe y puede deberse al hecho de que OMC exige que sus clientes le envíen una declaración sobre la fuente de sus fondos respecto de todas las compañías que gestiona, aunque esas compañías no tengan inversiones o realicen negocios”, señaló Nicolás Noguera, gerente general de Inversiones Odisea, como se llama el holding de la familia Piñera.
En 2017, los hermanos Piñera Morel tenían un 39,6% de participación directa en esta empresa (tras un traspaso de su padre) y otro 60,1% a través de Inversiones La Ilíada.
Los “Pandora Papers” dieron a conocer que Bancard International Investment fue transferida por 139,4 millones de dólares a Inversiones Odisea en 2014.
Según Virgin Islands Official Gazette, Bancard International Development fue disuelta el 12 de abril de 2018 por Nicolás Noguera. Por otra parte, Bancard International Investment fue removida finalmente el 20 de abril del mismo año, tras ser absorbida por Inversiones Odisea.
De esta forma, las inversiones que estaban en manos de Bancard International Investment pasaron a formar parte de Odisea, como es el caso de la pesquera Exalmar o la Bolsa de Colombia.
El pago de impuestos
Las donaciones en vida se pagan con un impuesto de hasta el 25% en Chile. Si bien Noguera no respondió específicamente sobre si se había cumplido con esta norma, indicó que “las inversiones que en el pasado fueron propiedad de las sociedades incorporadas en BVI mencionadas anteriormente fueron adquiridas con aportes de capital y préstamos de personas y entidades domiciliadas en Chile”.
“Todas pagaron a tiempo todos los impuestos aplicables sobre sus ingresos y utilidades, en cumplimiento con las leyes de Chile”, agregó.
Sin embargo, según publicó El Desconcierto en 2019, el Servicio de Impuestos Internos (SII) detectó anomalías tributarias por la transferencia de 96 millones de dólares desde Bancard Inversiones Limitada en Chile a Bancard International Investment en las Islas Vírgenes Británicas en 2015.
Además, las anormalidades se hallaron en otros 440 millones de dólares de distintas sociedades en esa jurisdicción y en Luxemburgo -otro paraíso fiscal- en fechas que no se especifican.
Ante ello, la Cámara de Diputados aprobó una comisión investigadora, la que aún se mantiene en curso. Ante ella, el director del SII, Fernando Barraza, sostuvo que estas sociedades habían sido informadas por el propio contribuyente y que se habían “levantado observaciones sobre operaciones transfronterizas”, por lo que la empresa debió pagar los impuestos adeudados.