Se estima que 31 mil funcionarios sanitarios podrían ser desvinculados tras el fin del estado de excepción, según alerta la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud, cuya presidenta Patricia Valderas no descarta una paralización de servicios durante la próxima semana.
Esto último, ante la negativa del gobierno frente a la petición de extender el plazo de los funcionarios de apoyo.
Se denuncia que existe una falta de presupuestos, los cuales no habrían llegado como corresponde a los hospitales, y a pesar de los intentos por llegar a acuerdos con el ministro de Salud, Enrique Paris, se estaría optando por despedir a los funcionarios.
La inexistencia de acuerdos por parte del gobierno es lo que lleva al gremio a pensar en una posible paralización.
Frente a esto, el dirigente nacional de la Confederación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (Fenpruss), Aldo Santibáñez, sostuvo que no sólo debe haber un incremento en lo económico, sino que el recurso humano es el que debe predominar cuando se comiencen a retomar las listas de espera, situación que preocupa frente a este déficit en el área de la salud.
Por otra parte, la dirigenta de la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam), Carolina Espinoza, consideró que los despidos serían una medida apresurada dado el panorama actual que se vive con la variante Delta y el fin del toque de queda, ya que podía existir la posibilidad de que los contagios aumenten.
Agregó además que, como gremio, se sumarán a la paralización que se pueda iniciar durante la próxima semana.
Estos funcionarios fueron contratados al principio de la pandemia con el fin de dar apoyo al personal de la salud. Si bien se indicó que el contrato de ellos termina el 31 de diciembre, se ha despedido a una gran mayoría tras el fin del toque de queda, según las denuncias.